viernes, 13 de septiembre de 2013

Sustancialmente diferentes


El nuevo proyecto de A. de Laurentiis poseía dos puntos principales como mecanismos de actuación: nuevo entrenador (Rafael Benítez) y nuevos jugadores tras las ventas de Lavezzi y Cavani, principalmente. Así, se esperaba el inicio competitivo de este Napoli para poder evaluar la capacidad real que existe para competir la consecución de la Serie A junto a la Juventus. Si bien es cierto para definirlo, las dos primeras jornadas han dejado posos de lo que se avecina. De lo que se va a vislumbrar con asiduidad a lo largo de la temporada. Incluida una (durísima) fase de grupo de UEFA Champions League.


El cambio de esquema era esperado. R. Benítez nunca ha actuado con una defensa de tres centrales, si bien sus equipos se han caracterizado por una solidez mayúscula. El 4.2.3.1 es el dibujo táctico elegido y utilizado, cambiando por completo la idea anterior de juego y los mecanismos de actuación para llevarlos a cabo.

"XI" Napoli


La presión que realiza el Napoli no se puede considerar como elevada ni extrema. Se produce con tan solo dos jugadores propios en campo contrario pero con una doble línea de cuatro jugadores que posee la finalidad clara de erradicar las combinaciones en la zona media del terreno de juego. De producirse una recuperación en tal parcela la disposición presente favorece a una transición rápida con, como mínimo, tres efectivos: los dos que estaban en campo propio y un extremo. Esto conlleva que el aporte defensivo de los extremos sea necesario y requerido. No es ninguna novedad si se atiende al perfil de jugador que el técnico español ha disfrutado en sus anteriores etapas, siendo el caso de Kuyt el más representativo de ellos. No se espera al equipo rival en campo propio, como sí se ocupaba de realizar bajo las órdenes de Mazzarri, pero no se exponen espacios bajo ningún concepto.

Presión media

Al contar con dos mediocentros en este nuevo esquema uno de ellos debe ser el encargado de efectuar más tareas defensivas o de contención. Así, el compañero restante se supone como la pieza que de la primera salida de balón, siendo el efectivo que dé cohesión a la parte defensiva con la ofensiva. Éste es Inler, el cual retrasa en ocasiones su posición para ser el primer activo del equipo en esta tarea. Cuando se realizan marcas individuales sobre este tipo de jugador lo recurrente es que el mediapunta también retrase su posición para dar fluidez a las combinaciones. Pero Hamsik no lleva a cabo tal variante y los encargados de no ceder ningún balón cerca del área propia son Behrami y el propio Inler. Cuando alguno no puede optimizar la salida de balón éste se cede a uno de los centrales, siendo el balón aéreo el principal recurso. En este apartado el nuevo combinado de R. Benítez sufre, de ahí que se haya optado por un perfil de portero que es capaz de realizar envíos hasta casi ¾ de campo rival.

Apoyo Inler


Quienes más se resienten por el cambio de esquema son los carrileros. Zúñiga y Maggio han sido, en la época Mazzarri, unos activos ofensivos bastante resolutivos. De hecho actuaban como si fueran extremos. Con una defensa de cuatro jugadores su aportación en ataque no se ve resentida pero sí son conscientes de que deben complementarse sin fallo posible. Ya no es habitual ver a los dos jugadores en campo rival en fase ofensiva, ya que el permiso para acudir a zonas rivales se entrega a uno de los efectivos para no sufrir, posteriormente, en defensa.

Lateral como extremo

En clara consonancia con el perfil de los laterales se ubica la definición de los extremos empleados. Tanto Callejón como Pandev actúan a pierna cambiada para que sus diagonales a zonas centrales habiliten espacios a la subida de los laterales. La incógnita reside en qué jugador diestro jugará en banda derecha, ya que los dos integrantes que aún no han tenido especial incidencia han sido Mertens e Insigne. En el momento en el que han coincido dos extremos diestros (Insigne y Callejón) ha sido éste último el que ha jugado en banda derecha. Este detalle menor es especialmente relevante por la actuación que se realice en cada banda.

Llegada Hamsik I
Llegada Hamsik II





























Tras las salidas de Lavezzi y Cavani, y con el tridente ofensivo reducido a un solo miembro, Hamsik se ha erigido como la figura más representativa de Napoli. Nombrado capitán, ya actúa en la mediapunta con la fijación de un delantero por delante. Con Mazzarri nunca ha disfrutado de tal compañía y el contexto le beneficia de manera aplastante. Su llegada desde segunda línea es uno de sus principales activos para ser diferencial en acciones individuales, así como su disparo desde fuera del área. Su registro goleador al comienzo de la temporada es elevadísimo, si bien su incidencia e importancia en todo el mecanismo de Napoli es especialmente relevante. Se siente importante porque lo es y porque debe.

Sólo una pieza nueva


Tres partidos oficiales ha disputado la Juventus en la presente temporada 2013-2014 y, de manera plausible, se evidencian tres puntos de interés en torno al juego del equipo y a ciertas novedades que se han introducido. El combinado, que ya ha conquistado dos Scudetto de manera consecutiva, tiene una importante mejora a realizar en la máxima competición europea. El límite lo estableció el Bayern München en Cuartos de Final y, siguiendo el patrón que les ha hecho volver a ser la referencia absoluta del fútbol italiano, confían en un aumento de éxito.

  1. Pirlo ya no es diferencial. Si bien el contexto sigue siendo el mismo, su actuación y aportación no se asemeja a lo vislumbrado hace escasas dos temporadas. Cierto es que su juego, maximizado desde su llegada a Turín, ya es conocido por la totalidad de la Serie A pero, no obstante, las variaciones son excesivas. Cada vez recurre más a los pases aéreos, que no balonazos, como método para superar líneas de presión. Sobre él recae la presión de comenzar tal fase del juego y, obviamente, siempre posee a un rival con marcaje individual. Ello provoca lo mencionado y la realización de unos pases rasos de gran recorrido (de propio área al centro del campo) que conllevan importante riesgo en la ejecución y en el tránsito, así como en la recepción. Tema importante este por carecer el club italiano de un sustituto claro (Pogba ha demostrado no serlo) y por la dependencia que tiene el juego colectivo del combinado en esta pieza, la primera en moldear el balón.

  1. C. Tévez ha encajado sin ningún tipo de problema. Ni de complejo. A. Conte le ha cedido la mediapunta del equipo y en esa parcela del terreno de juego fluye sin ninguna restricción. Actúa donde mejor rendimiento ofreció en Manchester y disfruta de espacios. Esto es posible al juntarse en esa zona las llegadas de los interiores (Vidal y Pogba – Marchisio), Vucinic como referencia y los carrileros (Asamoah – Lichtsteiner) que ofrecen una amplitud muy compleja de defender. El argentino combina con todos los activos presentes y posibles y su aportación con el balón es resolutiva.

  1. El momento de forma de Lichtsteiner le coloca a niveles cercanos a Lahm. Es impresionante el despliegue del jugador suizo tanto en ataque como en defensa. De hecho, en varias ocasiones recibe el esférico en posición de extremo, con la marca del lateral rival ya asignada. Sin duda actúa como un activo ofensivo más y su protagonismo está siendo mayor al de Asamoah porque el equipo, conscientemente, vuelca en un porcentaje mayor la jugada en la banda derecha. Sector por el cual A. Vidal también interactúa. Diferencial.

  1. Arturo Vidal. Se rumoreó en el pasado mercado de fichajes sobre un posible interés del Bayern München en A. Vidal. Nada más lejos de la realidad, la entidad italiana sabe lo importante de este jugador para el desarrollo del equipo. Ha comenzado con un acierto goleador extraordinario, merced a sus continuas llegadas al área rival desde segunda línea libre de marca. Es constante que realice desmarques de ruptura a la espalda de la defensa posicional y, una vez en área rival, su clarividencia asombra. Además, el aporte de presión que efectúa es considerable, si bien favorece que los equipos que juegan (que no competir) frente a la Juventus se ubican con al totalidad de hombres en su propio campo. Así el recorrido es menor y la presencia cerca de portería rival aumenta.

martes, 3 de septiembre de 2013

Dos esquemas trazados


Si por algo se caracterizó la llegada de L. Blanc al banquillo del PSG fue por una carencia de variación en el esquema de juego y en el desarrollo del mismo. Los nuevos fichajes, llamados a mejorar el “XI” y aumentar las opciones de la plantilla, no poseían roles diferentes a los demandados en lo predispuesto por C. Ancelotti con anterioridad. Así, sólo el aumento de nivel se postulaba como evidente, dejando en la parcela táctica una duda a desarrollar: cómo funcionaría el equipo una vez Cavani fuera titular. En las primeras jornadas todo era idéntico, incluso los protagonistas, y la transición, por tanto, casi se minimizaba al máximo.

Pero dos empates en las dos primeras jornadas bastaron para que se viera algo nuevo. El Girondins que conquistó la Ligue1 con el técnico francés se desplegaba a partir de un 4.2.3.1 con Gourcuff como centro de todo el peso ofensivo y creativo. La figura del mediapunta en el combinado parisino no existe, si bien Zlatan siempre ha actuado en esas zonas de influencia con anterioridad y en el presente. No obstante, el 4.4.2 rígido con T. Motta – Matuidi en el centro del campo se postulaba como escaso a la hora de conectar con los jugadores ofensivos. Era una de las principales críticas que se realizaban por parte de la prensa y uno de los factores que aprovechaban sus rivales.

4.3.3


Con motivo de la visita a Nantes, en la tercera jornada de competición, se vislumbró la variante. 4.3.3 con Pastore y Matuidi como interiores y T. Motta mediocentro posicional. Se modificaba por completo la estructura. La idea de juego incluso. La pregunta, por tanto, se trasladaba a la posición de Cavani, puesto que pensar en escorar a una banda a Zlatan se descarta de inmediato. Por tratarse del personaje en cuestión y por lo escaso que puede aportar. Con ello, L. Blanc ya innovaba. Cambiaba lo visto muchos meses seguidos y, definitivamente, incrementaba las opciones tácticas de su equipo.

Salida de balón por parte de Pastore


Por momentos se ve a Cavani ocupar la banda derecha y a Lavezzi la izquierda. El segundo no ve mermado su potencial ni nivel de juego. El primero, curiosamente, tampoco. Ello es posible a las continuas recepciones de Zlatan cerca del círculo central, dejando un espacio a su espalda aprovechado por el delantero uruguayo atacado mediante diagonales. Y, posteriormente, los espacios dejados en banda al realizar tal acción son aprovechados por el lateral (G. van der Wiel en las últimas fechas).

Zlatan en posiciones retrasadas


Zlatan cerca del círculo central



























Con este cambio de esquema los laterales cobran una importancia capital. Es una de las características del dibujo 4.3.3 porque los extremos suelen tender a realizar diagonales hacia zonas centrales. Así, se juntan con la subida de los interiores y el delantero centro, dejando amplios metros de recorrido en banda. Contar con laterales en cada banda capaces de realizar un esfuerzo físico potente para actuar como extremos en fase ofensiva y cerrar en fase defensiva es primordial. De tal manera se ensancha el campo hasta límites insospechados para la zaga rival, que ve cómo en zona central se acumulan efectivos de manera continua.

Cavani en banda izquierda


Lo llamativo de lo expuesto puede residir en el escaso protagonismo de Verratti, siendo curioso porque, probablemente, la posición donde mejor expone sus virtudes sea en la de mediocentro posicional. A su vez, Rabiot está siendo la primera opción de sustitución a la hora de añadir un jugador en el centro del campo, siempre actuando como interior. No obstante, la fórmula del 4.4.2 con Zlatan como pareja de Cavani, o unos metros más retrasado, no se ha erradicado en absoluto. De tal manera, PSG conjuga y maneja dos sistemas distintos que pueden resultar decisivos a lo largo de la temporada. Ahora los equipos ya no saben con qué sistema actuará su oponente, si bien es cierto que la opción elegida para defender suele ser una doble línea de cinco hombres. Y ahí, en ese contexto de reducción de espacios, PSG posee su principal problema. Hasta el momento.

Retocando matices


Al comienzo de la pretemporada, con la ya sabida marcha de M. Götze, J. Klopp estableció que estaban formando “a new football machine”. Con ello se refería a que las ventas no le iban a suponer un gran impedimento para volver a competir ante el principal exponente del fútbol alemán, B. München. Finalmente, y tras ver cómo sólo un miembro capital de la plantilla causaba baja, se puede afirmar que B. Dortmund comenzaba la temporada con una mejor plantilla que la propia a la edición anterior. Ahora se disfruta de más variantes en ataque, de un recambio sólido en defensa y de un rendimiento apto de N. Sahin. Por ello, los efectivos han aumentado y el nivel global, potencial del “XI” no es claramente inferior.

Así, y teniendo en cuenta el perfil de los fichajes realizados, no se esperaban grandes cambios en lo que a juego se refiere. De hecho, si por algo se caracteriza este periplo exitoso del BVB en los años recientes es por poseer una filosofía definida, un sistema de juego reconocible y unas pautas establecidas. A lo largo de las tres primeras jornadas de Bundesliga la actuación del colectivo no ha sido especialmente llamativa pero sí resolutiva. Y ello, a fin de cuentas, es lo que les coloca en la primera posición de la clasificación como el único equipo que ha conseguido ganar la totalidad de sus encuentros (4). No obstante, en la última cita se ha visto un matiz importante en una fase del juego capital. Algo que, por otra parte, no se había presenciado con anterioridad y, por ello y por lo que supone, es especialmente llamativo.

Bender entre centrales


No es habitual ver a Bender incrustarse entre la pareja de centrales (Hummels – Subotic) para ser un efectivo más en la salida de balón. El doble pivote que confecciona con N. Sahin siempre se ha caracterizado por ser la primera opción de pase de Subotic y la principal marca de la defensa, dejando disponible el envío en largo por parte de Hummels. En esta ocasión la ubicación espacial varió y se formó, siempre en fase ofensiva, una línea de tres como generadora de salida de balón. Con ello, los laterales se colocaban en campo contrario, actuando como extremos, pasando estos a zonas más centradas para interactuar con N. Sahin (MC) y H. Mkhitaryan (MP).

Subida lateral - Envío largo Hummels


Este dibujo supuso, por momentos, ver a M. Reus excesivamente retrasado, casi como acompañante en el doble pivote, y a Kuba a la misma altura que el armenio. Lo que en principio puede parecer descolocación atiende a un recurso bastante conocido por los equipos que practican la denominada salida lavolpiana. Está siendo una pauta común que BVB mantenga problemas de juego y eficacia ante rivales que proponen una línea defensiva muy cercana a su área. Es más, la principal característica del equipo de Dortmund es la optimización de los espacios, ya que posee un perfil de jugador en fase ofensiva que aprovecha estas características del juego a unos niveles realmente altos. No obstante, ya no se cuenta con la pieza que aportaba cierta pausa en la velocidad colectiva de combinaciones y su recambio directo ha brillado en la anterior temporada por su alto nivel de porcentaje goleador tras recuperaciones y llegadas desde segunda línea libre de marca.

Asistencia Kuba


Este evento, por tanto, puede suponer un hecho aislado y puntual o establecerse como una opción a realizar ante contextos determinados. Primeramente ha supuesto que Kuba asista en posiciones centrales y que la zaga rival vea cómo hasta cuatro futbolistas interaccionan en espacios del terreno de juego muy próximos. Cabe destacar que con la entrada de Aubameyang no tuvo presencia tal variante táctica ni tampoco con Sokratis. Lo último se hace ciertamente comprensible al definirse como imperial la presencia de, al menos, un defensa correctos y con capacidad de anticipación cuando se lleva a cabo lo expuesto. Es esencial por los espacios que se habilitan a las espaldas de los laterales. Aún así, BVB sigue evolucionando, retocando matices característicos para volver a ser impredecible.