La ya famosa Repesca para definir a los últimos cuatro
equipos que participarán en la próxima Eurocopa de 2012 estaba configurada por
cuatro partidos marcados por su igualdad en los pronósticos previos a la disputa
de los mismos. Siendo ellos los estipulados como últimos encuentros oficiales
de cara a la competición europea, lo vislumbrado ha dejado varias conclusiones
evidentes de lo que pueden aportar a la exhibición veraniega que se avecina. Como
en toda ronda de eliminatorias se han producido sorpresas y resultados no
esperados. Ahora bien, la confección
final de los protagonistas depara que, el próximo 2 de Diciembre, el sorteo de
los grupos de la Euro12 sea excesivamente elevado en cuanto a términos de
competitividad. No obstante, que nadie posea una visión difusa: lo establecido
hasta el momento va a originarse como la tónica general en competición oficial.
Al menos eso se prevé.
El emparejamiento entre Turquía y Croacia se vio
sentenciado, de manera definitiva, en el partido de Ida. En Turquía, contra
todo pronóstico, Croacia goleó. Porque en tan solo 45 minutos de juego fue
capaz de anotar hasta tres goles, suficientes para detallar su participación en
Polonia y Ucrania. Ahora bien, los continuos elogios sobre la figura de Luka
Modric, tan irregular en su club de origen (Tottenham Hotspurs) y en la
Selección; no se justifican basándonos en sus apariciones intranscendentales en
choques de máxima exigencia. Pero también es cuestionable ciertas decisiones
concretas de Guus Hiddink, sobre las cuales reside gran parte de
responsabilidad directa de la eliminación turca. Porque no contar con Sahin, a
pesar de su mermado estado físico, es cuanto menos una temeridad de
incalculable calado específico. Porque, a su vez, la zaga de centrales en la
Ida sumaba un total de cuatro encuentros disputados en total, apareciendo
Toprak en la Vuelta como variante principal defensiva. Anyway, de nuevo la Selección de Turquía no es capaz de disputar la
fase final de una competición europea/mundial… y cuando la temporalidad empieza
a matizarlo como habitual se estipula una situación arriesgada para el futuro.
Hablar de Estonia y Montenegro es combinar sueños y
percepciones efímeras de consecuciones de anhelos. Sin ningún tipo de duda
posible ambas Selecciones poseían tintes románticos de esencia intrínseca a sus
raíces más arraigadas. Precisamente ellas son perennes aunque tiernas. Y si a
ello se le considera la principal causa-efecto de su eliminación se cometería
un error. A causa de esa disputa la heroicidad ya es palpable, inolvidable,
quizás mística. El aspecto deportivo era inferior al correspondiente del rival,
mas la rotundidad en ambos eventos se puede calificar como exagerada, cruel. La
estimación vital no es otra que el camino a realizar, la senda a recorrer:
tanto Estonia como Montenegro ostentan una percepción transcendental de cara a
su futuro inmediato. Y éste, precisamente, pasa por maximizar la experiencia
obtenida, extender la ilusión generada y aumentar, de manera exponencial, el
trabajo exhibido. Sólo así el nivel se potencia. Sólo de esta manera lo
considerado como romántico en la primera instancia se puede examinar como
lógico. Ahí reside el reto.
Ha tenido que ser con un cuerpo técnico novedoso en la implantación
de juego y en una cita de máxima importancia nacional cuando los dos jugadores
de mayor recorrido internacional fuera de las fronteras portuguesas exhiben
todo su repertorio/poderío futbolístico. Estos no son otros que Nani y
Cristiano Ronaldo. Esta vez sí fueron jugadores diferenciales, compañeros sobre
los cuales descargar gran parte de las expectativas generadas y, lo que es más
importante, hombres a partir de los cuales edificar una victoria que diera
sentido a una fase de clasificación que se ha alargado en la temporalidad
ajustada previamente. Cierto es, no obstante, que el partido de Ida estaba
condicionado por el estado del terreno de juego y las acciones extradeportivas
realizadas por ambas Federaciones; que el resultado final del partido de Vuelta
no se ajusta perfectamente a lo vislumbrado; mas la simple puntualización de
aspectos tan decisivos refleja con delicadeza la conceptualización necesaria y
perenne. Portugal va a ser un miembro más de los 16 equipos europeos en Polonia
y Ucrania. Y se nombra como una más porque no se contempla como candidata a
grandes gestas, ni siquiera a alcanzar las SemiFinales. Pero la erradicación de
un combinado con jugadores de tanto nivel e influencia internacional se
postulaba como dolorosa. Por suerte el terreno de juego, como siempre,
discierne sobre la justicia nunca repartida con síntomas ecuánimes. Lo dispuesto
en el césped es lo que dicta las variables a considerar en participaciones
puntualizables. Si, es en esa tesitura donde cada protagonista queda retratado.
De una manera u otra. De forma palpable.
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