El punto que no admite ningún tipo de objeción es que el
Chelsea de la temporada 2011/2012 está en incesante desarrollo. O lo que es lo
mismo, el Chelsea de Villas-Boas está en una línea de continuo progreso. Y, en
la competición fetiche para el dueño de la entidad (Roman Abramovich), se ha
presenciado una variante interesante y esperanzadora. Tras tres jornadas de competición
en la fase de grupos el Chelsea es el líder de su Grupo, permanece imbatido y
la autoridad de su juego ante los rivales asignados es halagüeña. Tres meses de
competición y la situación no es negativa. Es más, los aspectos a resaltar
predominan sobre las críticas. Y eso, para un cuerpo técnico que acaba de
implantar sus identidades, no suele ser habitual.
- Oriol Romeu

- Lo compacto. Lo necesario
El que el equipo, en su totalidad, plasme en el terreno de
juego lo entrenado con anterioridad es el objetivo de todo entrenador. Cierto es
que cada vez más se reconoce al Chelsea por un estilo de juego definido y una concepción
propia a todos los jugadores de la plantilla. El rival no posee el nivel como
para valorar, en su justa medida, el anterior apartado mencionado y, por
consiguiente, no se puede calificar en el grado exacto la incidencia provocada
y la brillantez exhibida. A pesar de ello la realización en sí misma ya es un
motivo de satisfacción en el seno del Chelsea. El estado de unión, de colocación
y de automatismos es definible. Lo necesario en este sentido es seguir
apostando y mejorando todo lo relacionado con lo compacto, con lo impenetrable.
Probablemente la idea generalizada se base en la repercusión inmediata del
óptimo estado de forma reinante. Es un apartado a valorar. El proyecto,
obviamente, va a más.
Artículo publicado en Fútbol Británico: http://futbolbritanico.com/2011/10/lo-definible/
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