Las
actuaciones de Manchester City y de Tottenham en
competiciones europeas fueron radicalmente opuestas. Por tanto, la
forma de afrontar el partido era distinta para ambos equipos. El
ambiente enrarecido tras empatar v Ajax y ver cómo la eliminación
en la fase de grupos de la UEFA Champions League es ya,
mayoritariamente, una realidad contrastaba en exceso con la seguridad
del Tottenham tras ganar su primer partido en UEFA Europa League y
vislumbrar el óptimo rendimiento de Defoe: tres goles v Maribor.
De
inicio: novedad. Brendan
Rodgers
comenzó el partido con tres jugadores actuando como defensas
centrales (Wisdom, Carragher, Agger) como ya hiciera en el segundo
tiempo at Everton. En aquel encuentro se consiguió un empate y el
mismo resultado se ha obtenido en esta ocasión. Eso sí, los
contextos son radicalmente diferentes. Lo que sí se mantenía
comparable era la posición de Sterling, el cual no habitaba en banda
al aparecer un efectivo menos en ataque.
Un
derby de Roma siempre está condicionado por factores externos
estrechamente relacionados con lo que, a posteriori, se despliega en
el terreno de juego. En esta ocasión los dos entrenadores centraban
la atención de manera especial. Uno, Petkovic, por inesperado y
productivo; el otro, Zeman, por continuo y caótico. Tras el partido
la sensación inicial se mantenía... si bien incluso ha aumentado.
La
ubicación de Totti ha sido, en los últimos años, un debate
presente en Trigoria. Y ello se debe, en gran medida, a que su
ausencia del once titular no se contempla como una opción fiable ni
posible. Con ello, at Lazio el jugador romano jugó durante casi la
totalidad de su presencia en la banda izquierda. De manera clara y
evidente, además. No siendo un jugador con desborde, velocidad y
sacrifico defensivo, su implantación en esa parcela del terreno de
juego se debe al inflexible 4.3.3 que adopta Zeman. Así también en
natural ver a Lamela ocupar la otra banda, siendo un jugador que
encuentra su hábitat en zonas centrales. Sea como fuere el primer
gol de la Roma se produjo mediante una asistencia del primero y un
remate del segundo. Ya son ocho los goles que cuenta Lamela en once
partidos, duplicando los conseguidos la temporada pasada en 29
participaciones. Éste es un hecho asociado a la filosofía de su
entrenador. Si uno observa los datos de goles de jugadores en el
Pescara 2011/2012 se vislumbra que:
M.
Sansovini, con 31 años, produce 16 goles en 41 partidos, superando
la cifra de 15 tantos en el Grosseto 2008/2009.
Lorenzo
Insigne, con 20 años, produce 18 goles en 37 partidos, emulando los
19 goles realizados en el Foggia 2010/2011 en Lega Pro 1.
Ciro
Immobile, con 21 años, produce 28 goles en 37 partidos, siendo su
máximo histórico y el máximo goleador en Serie B.
Pero
donde también se observan similitudes es en los goles encajados. El
Pescara 2011/2012 promediaba 1.30 goles por partido, si bien lo
compensaba con los 2.14 goles por partido anotados. Esta Roma, por el
momento, ha sufrido un total de 23 goles en 12 partidos, un ¡1.91!
de g.p.p. El problema se agrava cuando ya no existe ese factor que
difuminaba lo negativo: en esos 12 partidos jugados se han conseguido
28 goles, un 2.33 de g.p.p.
 |
Totti escorado en banda izquierda |
 |
Totti en campo propio |
Con
el paso del tiempo, y contando con un jugador menos por expulsión de
De Rossi, se llegó a ver a Totti en posiciones centradas... pero en
campo propio. La productividad de la Roma era nula y descifrar qué
proponía el equipo de Zeman era, cuanto menos, complicado. En lo
referente a la presión en campo rival era Florenzi el interior que
más arriba presionaba, alternándose con Bradley. Lo relevante era
que se encargaban de achicar espacios a los defensas rivales, no a
los centrocampistas. Esto se producía por la inoperancia en facetas
defensivas de Osvaldo y Totti. Los espacios para Hernanes, por tanto,
eran un recurso ideal para la Lazio.
 |
Fallo defensivo en gol de Klose |
El
brasileño y Klose, pareja productiva y productora esta temporada,
supieron realizar esa lectura del partido. El fallo en la marca en el
gol del alemán es grave por dos aspectos: 1) Le gana la espalda al
defensa central de la Roma. 2) El lateral no reduce ni corrige los
errores de su compañero, aun estando en frente de Klose. En ningún
momento se vio a la Roma consciente de lo que debía realizar ni de
cómo actuar. Todo lo contrario de la Lazio. Bastó con que supieran
aprovechar los fallos del rival y optimizar la calidad de sus
jugadores en el área rival.
Tras
perder el primer partido en Ligue1 el PSG
viajaba
al que, hace escasos meses, era el campo de su principal rival por la
consecución del título nacional. Muchos cambios se han producido en
verano en ambos equipos y poco queda en común respecto a lo
acontecido en la temporada 2011/2012. A pesar de ello la visita del
equipo de Carlo Ancelotti al Stade
de la Mosson poseía
dificultad por no poder contar con Zlatan, Jallet, Bodmer y Sissoko.
Sin embargo volvía a una convocatoria T. Motta, jugador que ha
contado con muchos minutos antes de su lesión. Tal es la confianza
depositada por el entrenador italiano en él que inició el partido
de titular.
Volvió
el 4.3.3 y las piezas dispuestas sorprendieron por inesperadas. Ante
la ausencia de Zlatan no fue Gameiro, segundo máximo goleador del
equipo, sino Hoarau el encargado de suplirle. Lavezzi, integrado ya
en la dinámica del grupo tras su lesión, dejó a Pastore en el
banquillo. Tras la derrota v Saint-Éttienne, en este espacio, se
expresó lo siguiente:
“No
termina de encontrar su ubicación el argentino en el PSG y su escaso
rendimiento poca relación guarda con su tasación y estatus.”
Por
lo tanto no sorprendía su suplencia. El Montpellier,
por su parte, abandonaba el 4.2.4 con el que ha jugado varios
partidos anteriores y reforzaba la zona central, siendo esto una
preocupación añadida a la baja de Yanga-Mbiya en la defensa. Pero,
a los 9 minutos de juego, la concepción del partido variaba de
manera drástica. La expulsión de Sakho obligaba a la retirada de
Hoaray para mantener la velocidad y el desborde en fase ofensiva con
Ménez y Lavezzi. Esto resultó ser positivo porque la actuación de
ambos fue mayúscula a la falta de efectivos en ataque.
No
así la de Verratti. Cuando el joven italiano recorre más kilómetros
sin el balón que con él el síntoma de debilidad del equipo es
evidente. También, tras el partido v Saint-Éttienne, se hacía
referencia a su perosna:
Verratti,as
usual, era el personaje fundamental para entender la salida del balón
y las conexiones con los jugadores ofensivos. Aún así, su juego se
resiente al compartir centro del campo con Bodmer, Sissoko, Chantomé
y Matuidi. Sus compañeros no son, ni mucho menos, aptos para dar
continuidad a su idea de juego. A sus características.
La
vuelta de Motta no cambia las circunstancias en ese territorio y
buena prueba del desconcierto de Verratti fue que su salida del campo
se produjo en el minuto 55. En su lugar entraba Chantôme para formar
una línea de tres hombres junto al propio Motta y Matuidi. A pesar
de ello, y del empate, Ancelotti realiza una lectura óptima sobre el
rendimiento de su equipo: “Sakho
certainly didn't deserve to be sent off, but we played well and put a
lot of intensity into the battle, a lot of energy and we remained
well organised. We played like a team and at the end, we deserved to
win.”
Los siguientes cinco partidos pueden favorecer a una recuperación en
cuanto a resultados: v Rennes, v Troyes, at Nice, v Evian, at
Valenciennes.
A
pesar de ser una temporada complicada para el AC Milan siempre es
interesante visionar sus actuaciones ante rivales de máxima
exigencia en Serie A. Por ello el Milan
v Fiorentina
tenía varios puntos de interés. A saber:
Capacidad
de reacción y actuación del equipo local ante un oponente
superior.
Planteamiento
con defensa de cinco o cuatro hombres ante un oponente eminentemente
combinativo.
Presencia
de hombres (nombres) en ataque.
La
primera respuesta hace referencia a la previsible. No existe una
plantilla óptima ni adecuada para afrontar partidos tan importantes
con la intención de ser el protagonista, el que ofrece y convence.
Buena muestra de ello es el hecho de que sólo existen dos
mediocentros (Ambrosini y Montolivo) para enlazar con hasta ¡CUATRO!
hombres de ataque cuyo aporte defensivo es mínimo. Y, obviamente, al
jugar con dos mediocentros esta faceta queda mermada y la zona
central se entrega, en la mayoría de los casos, al rival de manera
clara.
 |
Presencia (nula) de AC Milan en el centro del campo |
En
esta ocasión no se prescindió de un jugador ofensivo para jugar con
cinco defensas y el 4.4.2 fue el esquema imperante. Fueron
Emanuelson, Boateng, S. El Shaarawy y Pato las referencias en ataque.
Ninguno de ellos fue diferencial.
Esto lo nota en exceso el equipo porque depende, en gran medida, del
hacer y acierto en cada partido de los mencionados. Porque en un
deporte en el cual el factor determinante es la cantidad de goles que
se anotan, a falta de juego y creación se fía todo a ese apartado.
Pragmatismo. Y en este contexto, exponenciado. Se entiende, a raíz
de esto, que la decisión para intentar remontar el partido fuera dar
entrada, al inicio de la segunda parte, a Bojan y Pazzini. Y en los
últimos quince minutos a Robinho en lugar de Ambrosini. Porque tras
el gol de Pazzini el Milan fue mejor gracias a que la Fiorentina se
dedicó a especular con el resultado. Error que, curiosamente, estuvo
a punto de costarles una victoria que parecía plácida tras los
primeros 45 minutos.
Quizás,
por tanto, la figura de Allegri no se debilite en exceso. Aunque,
obviamente, su presencia se puede erradicar de producirse el peor
escenario de los posibles en las próximas fechas. De momento, la
última reunión entre Berlusconi, Galliani y Allegri tiene como
resultado lo siguiente:
“Massimiliano
Allegri joined the two later for a detailed analysis of the current
technical situation. Mr Berlusconi confirmed his complete faith in
the coach and also stated that he will make an appearance at
Milanello on Friday before the squad leave for the trip to Naples.
The aim remains to climb up the table with Allegri at the helm.”
Calendario
inmediato de AC Milan: at Napoli, at Anderlecht, v Juventus.