1. Roma
v Inter
Avisaba Luis Enrique en la rueda de prensa previa al partido
de lo que, a su entender, iba a plantear el Inter en el Stadio Olimpico de Roma: “I think it will be a game
in which we will have most of the possession and they will try to hurt us on
the break.” No sólo fue así sino que el resultado final definió perfectamente lo
planteado por unos y otros. La baja de Osvaldo no la está notando en exceso la
Roma hasta tal punto que la conjunción entre Lamela y Totti acaba favoreciendo
al resto del colectivo de manera evidente. Cada vez que actúa Gago sin la
presencia de De Rossi el primero lo hace de pivote, recordando tiempos pasados
en Argentina, entablando combinaciones con los dos interiores que terminan por
confeccionar la zona media del terreno de juego. Ahora bien, el italiano volvía
al “XI” y su posición, siendo variable en las últimas fechas, se volvió a
situar en la zona central, desplazando al argentino a una posición propia de
interior diestro. Parece que la decisión que toma Luis Enrique respecto a estos
dos jugadores es definitiva, siendo la disposición v Inter la elegida para
cuando jueguen ambos jugadores. Así Pjanic está más liberado de funciones
defensivas y Simplicio, cuando disputa minutos, lo hace también de interior.
Con las ya sabidas ausencias
de Sneijder y Ricardo Álvarez por lesión, y la de Coutinho por cesión
(Espanyol), el medio del campo de Claudio Ranieri fue, sin ningún tipo de duda,
el más arcaico y falto de aptitudes técnicas desde que entrena en Milán.
Durante los primeros 45 minutos Maicon jugó de falso extremo, volviendo Zanetti
al lateral derecho y resultando su presencia contraproducente para con el
equipo. Por primera vez se vio a Cambiasso y Palombo jugar como únicos
mediocentros, siendo ello impactante porque la población en esa zona del campo
siempre es, por norma general en Ranieri, elevada. Y, obviamente, tanto Milito
como Pazzini naufragaban sin la aportación de pases adecuados. Quizás en esa
circunstancia se puede colocar la razón coyuntural para explicar la entrada de
Poli en detrimento de Pazzini, resultando ineficaz, inadecuado y excesivamente
desalentador. Mientras, Castaignos seguía en el banquillo, manteniendo sus
participaciones en unos pobres 146 minutos de juego en Serie A. Tras las ocho
victorias seguidas cosechadas con anterioridad, los últimos cuatro partidos se
saldan con tres derrotas y un empate. En sólo cuatro días se han encajado
¡OCHO! goles. Los Octavos de Final de la UEFA Champions League distan a dos
partidos de Serie A. El escenario ya no es idílico.

1.1. Milan
v Napoli
Durante el mes de Septiembre, con motivo de las primeras
jornadas de la fase de clasificación de la UEFA Champions League, Aurelio De
Laurentiis se cercioraba exclusivamente de priorizar la participación en la competición
internacional sobre la competición nacional. Y, a tenor de los vislumbrado a lo
largo de las 22 jornadas disputadas, el Napoli es una de las grandes
decepciones de la Serie A. Porque su potencial es óptimo y apto para encarar la
conquista del título liguero. Porque lo exhibido la temporada pasada era
elogiable y, aún más importante, hacía presagiar que la disputa nacional iba a
ser un objetivo establecido desde principios de sesión. Todo lo contrario. El
impacto de Vargas se reduce, cada vez más, en el tiempo y no parece que Mazzari
sea partidario de variar lo que hasta el momento le ha dado tan buenos
resultados. Un total de 36 minutos jugó el Napoli en San Siro con un jugador más por expulsión de Zlatan. Sanción que,
por cierto, le repercute perderse tres partidos de Serie A, entre ellos el
¿decisivo? Juventus v Milan que se disputará dentro de tres semanas. 36 minutos
que, en su globalidad, fueron decepcionantes. Por la ideología y por la
actitud. Lo cierto es que a estas alturas de competición Napoli ni siquiera
ocupa puestos de UEFA Europa League y toda similitud con la versión europea es
efímera. Que el proyecto no continúe una temporada más en competiciones
europeas seria un rotundo error. Y se evidencia como posible.
Lo positivo del encuentro para el Milan fue que la Juventus,
principal rival para la conquista del Scudetto,
no aumentó su ventaja. Y es que ya todo partido de Serie A para el equipo de
Allegri es primordial, sin ningún tipo de margen de maniobra ni error. Muchos
dudan de que la eliminatoria v Arsenal sea fructífera para sus intereses. Y
razones no faltan porque en las últimas fechas se evidencia de manera
exponencial la incapacidad para generar juego con posesión favorable y la
dependencia de la inspiración de sus jugadores ofensivos. Planteamiento plano
que, por ahora, ha deparado un título de Serie A. En la edición de 2011/2012 el
favorito para la conquista imprime
otra filosofía de juego. ¿Casualidad?
2. Chelsea
v Manchester United
En Londres el partido entre el segundo y cuarto clasificado
de la Premier League se podía definir como un nuevo capítulo de la rivalidad
entre Ferguson y André Villas-Boas en el apartado táctico. Bien es cierto, y
sabido por la gran mayoría de la opinión pública, que en este apartado el
escocés es uno de los entrenadores más ineptos y con menos capacidad de actuación,
estando rodeado de asistentes que, obviamente, realizan esa función sin ningún
tipo de contratiempo. Quizás por ello no sorprenda que en el partido de la
primera vuelta las declaraciones de Ferguson no se refirieran en ningún momento
a la superioridad demostrada por el rival en lo que a variaciones y conceptos
tácticos se refiere. Precisamente fue el punto que más destacó su homónimo
portugués, no carente de razón radical. Y, contextualizando todo ello, las
disposiciones del Chelsea correspondieron a ciertas variaciones que está
implantando Villas-Boas en las últimas fechas. A saber: Meireles y Essien
forman un doble pivote en la zona central para facilitar la actuación de Mata
en posiciones centrales en ¾ de campo, donde su incidencia es notoria y su repercusión
mayúscula. Con la lesión de Ramires y la baja de Lampard este evento se produce
con mayor asiduidad, siendo Oriol Romeu el gran damnificado por la entrada en
el “XI” de Essien. Ahora bien, ya con 3-2 en el marcador el español dispuso de
20 minutos de juego produciéndose otro cambio en la formación del Chelsea: el
esquema era propio al 4-3-3 y los antes mediocentros Meireles y Essien actuaban
como interiores, siendo Romeu el pivote. Por ello Mata situaba su radio de acción
en la banda y la posesión disminuía hasta tal punto que, como era previsible,
el ManU empató el partido.
Porque Javier Hernández volcó la inercia del encuentro. Porque
Ferguson, esta vez sí, impuso a tres jugadores de claro corte ofensivo (el
propio Hernández, Rooney y Welbeck) con el propósito de aumentar las líneas de presión,
obtener mayor porcentajes de posesión con Giggs y Scholes como exponentes aptos
para ello y, por consiguiente, aprovechar el cambio en la mentalidad del rival.
Probablemente ahí residen grandes argumentos para justificar la dinámica
inversa que se exhibió una vez implantada una ventaja de tres goles para el
Chelsea. Y así lo evidenció
Ferguson tras el partido: "To be honest, I maybe should have played
Chicharito from the start. When became on, he just had them on
toast really. He really put them under pressure with his movement and
positional play. Danny Welbeck has been terrific and he’s going to be a top
player. But when Chicharito came on in the second half, it was a different game." La
capacidad de reacción ante una situación adversa. La táctica como mayor arma de
presión futbolística. Los conceptos, en definitiva, del juego.
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Anfield a 30' del inicio de partido |
2.1. Liverpool
v Tottenham
El Tottenham no va competir por ganar la Premier League. Es un
hecho. Y no por carecer de potencial sino, más bien, por falta de ambición y
convencimiento personal. Cuando un equipo pierde at ManCity en un partido que
no es inferior y cuando, seguidamente, visita Anfield y juega preocupado por mantener un empate sin goles por
considerarlo óptimo las conclusiones son definitorias. Contaba con muchas
bajas, e importantes, el conjunto de Londes, estando su banquillo compuesto por
Saha,
Cudicini, Rose, Lancaster (1992), Luongo (1992), ¡Nelsen (1977)! Toda
una situación dramática. Y el “XI” de los spurs
contaba con hasta ¡CUATRO! jugadores con capacidad para mantener el balón con
posesiones altas. No fue así y, como consecuencia directa de ello, Adebayor no
dispuso de ningún balón en condiciones favorables para disparar a la portería rival.
Naufragio total por existir una distancia abismal entre la zona central y el
delantero referencia. Y ello fue producto, en gran medida, por el juego del
Liverpool. Representaba todo lo contrario a su rival: motivación, líneas compactas
y posesión de balón. Gerrard, bajo la atenta mirada de Capello, dispuso de una
libertad proporcionada por la actuación de Adam y Spearing, existiendo la
posibilidad pues de conectar con Carroll, Bellamy y Kuyt. No fue un encuentro
en el cual el conjunto local dispusiera de excesivas ocasiones de gol pero la sensación
que deja el partido es de debilidad por parte del Tottenham, aferrado a conseguir
la tercera posición en vez de plantearse la disputa de la Premier League. Y de
no ser por los tres empates cosechados de manera consecutiva por el Chelsea la
distancia de siete puntos se vería reducida. Mentalidad diferencial. Para lo
negativo.
3. O.
Marseille v O. Lyon
El PSG no parece tener rival en Ligue1. O si existe es el
Montpellier, conjunto sobre el que reside gran escepticismo en referencia a la
constante en su rendimiento. La temporada del O. Marseille está condicionada
por el paupérrimo inicio de temporada y el proyecto de R. Garde es de difícil adhesión.
Primero porque existe un problema con Gourcuff. No se sabe si personal o
futbolístico pero la realidad sitúa las actuaciones del francés en
testimoniales. Casi residuales. En el partido más esperado de la jornada en
Francia, el otrora estandarte de Blanc en el G. Bordeaux campeón, cuenta sus
suplencias como escenarios habituales. Lo habitual ya es ver cómo ni siquiera
disputa minutos. Los rumores sobre una posible salida en el reciente mercado de
invierno fueron elevados pero no se concretó ningún movimiento y su titularidad
en la Francia del propio Blanc peligra. En exceso. Derivado de ello Garde decide jugar con
Lisandro López o Briand como jugadores que desempeñan el rol de permutar
continuamente en el último tercio del terreno de juego. Se mantiene la
contundencia en lo ofensivo con Bastos en banda y Gomis como referencia, siendo
Kallstrom la referencia a la hora de iniciar la jugada. Pero el juego del
pasado Domingo se puede calificar como calamitoso. No terminan de interactuar a
la perfección las ideas de Garde con lo exhibido en cada partido, existiendo
por tanto una controversia entre su ideología de toque y combinación (expresada
en varias ruedas de prensa) y la materialización de sus ideales por parte del
equipo. Y es que el O. Marseille fue superior. Expuso más y mejor. Duplicó en
tiros totales y regaló dos goles en el primer tiempo, periodo que mejor ilustró
la superioridad de los pupilos de Deschamps. Precisamente por tratarse de
fallos propios en tareas defensivas no se puede achacar el empate a ningún
efecto exterior. Los 21 goles encajados en 22 partidos son buena prueba de
ello.
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Comment Marseille est redevenu une machine à gagner |
4. League
Cup
Encaraban Benfica, Oporto y S. Braga la última jornada de la
fase de grupos de la League Cup con la certeza de que su pase estaba
prácticamente asegurado. Sin excesivas novedades en cada uno de los
mencionados, lo destacable se sitúa en cómo Rodrigo es capaz de anotar dos
goles en tan solo 20 minutos de juego y en los primeros minutos de Lucho
González y Janko con el Oporto, ambos goleadores v V. Setúbal.
La única incógnita, pues, era saber si Sporting CP iba a
conjuntarse con los mencionados para conformar las SemiFinales que se anhelaban
en Portugal. Las que englobaban a los cuatro grandes equipos, actualmente, en
el panorama portugués. Y el único requerimiento para que ello se produjera se
basaba en una victoria del conjunto de Domingos Paciencia v Gil Vicente. La
dinámica del equipo de Barcelos era extremadamente positiva, habiendo ganado en
Liga Zon Sagres al Oporto de manera inesperada y justa. Y lo cierto es que el
equipo lisboeta no menospreció el partido ni el nivel del rival, claramente inferior,
a tenor del “XI” estipulado para tal ocasión. Las garantías, por tanto, se
postulaban como adecuadas y la victoria que deparaba la clasificación se
tornaba como predecible. Pero, con todo y con ello, la imagen ofrecida fue
inadecuada. El minuto 54 de partido resultó ser decisivo para los intereses de
uno y otro equipo pues, aconteciendo el evento radical del encuentro, Onyewu no
sólo era expulsado sino que el Sporting CP encaraba los últimos 36 minutos de
partido con un gol en contra. Es por ello que la crítica debe residir en la
incapacidad futbolística sufrida hasta ese momento contando en el terreno de
juego con jugadores que son partícipes de la gran mayoría de partidos. Tanto
Capel como Elías, M. Fernández, R. van Wolfswinkel y Anderson fueron titulares.
La última posición en el Grupo A, conformado por Rio Ave, Moreirense y Gil
Vicente; denota de manera clarividente la actuación globalizada a lo largo de
la League Cup. Dos puntos de nueve posibles, contextualizando cada partido, son
insuficientes e impropios a lo esperado. Sólo un pase a la Final de Taça de
Portugal suprimiría esta circunstancia paupérrima.