Argentina
comanda la clasificación para
el próximo Mundial 2014 de forma segura. Si bien Colombia es un
rival que se sitúa en una posición cercana a la del conjunto de A.
Sabella, el poderío ofensivo que poseen los argentinos está siendo
suficiente para no complicar un camino cuyo resultado todos esperan
como positivo. No obstante, y de manera principal, se postulan tres
pautas en el juego de Argentina cuya plasmación es interesante. Por
lo que suponen y por lo que pueden llegar a antojarse.
- Balón largo de Mascherano
El
hecho de contar con una amplia nómina de efectivos ofensivos supone
que A. Sabella deba jugar con una cuantiosa paleta de esos recursos.
Lo común es ver a cuatro jugadores de corte ofensivo en la
alineación titular y esto, obviamente, supone una menor presencia en
el centro del campo. El doble pivote queda confeccionado por Gago y
Mascherano, intentando complementarse ambos según sus cualidades
divergentes. La importancia de estos dos jugadores, de este esquema
de dos mediocentros y de esta zona de actuación es tan palpable que
ocupa dos puntos de análisis.
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Desplazamiento en largo de Masche (I) |
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Desplazamiento en largo de Masche (II) |
Así,
Mascherano es el jugador que retrocede metros para colocarse, en
ocasiones, a la altura de los centrales, habilitando una subida de
los laterales hasta áreas de campo contrario. La salida de balón,
una vez producido tal evento, se realiza con una premisa clara: no
perder el balón. Quizás por este condicionante lo recurrente es el
balón largo a una banda, principalmente al espacio que habilita un
lateral propio. Las combinaciones con Gago en corto para superar
líneas de presión no se producen y la única opción de jugar el
balón en raso se ubican en su compañero.
- Balón raso profundo de Gago
Gago,
el único mediocentro que juega balones sin desplazamientos aéreos,
es el encargado de contactar con Leo o cualquier otro efectivo. Sin
embargo, es una constante ver cómo el avance de metros tras pase es
gracias a golpeos profundos buscando la espalda de la defensa y el
desmarque del delantero. Higuaín está en continuo movimiento con la
finalidad de encontrar espacios y la primera opción se torna como
evidente.
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Balón en largo raso de Gago (I) |
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Balón en largo raso de Gago (II) |
Curiosamente,
el retroceso de metros de Leo a zonas centrales posibilita a Gago el
primer apoyo pero la efectividad de ello no es elevada porque
requiere que el primero genere desequilibrios a través de regates en
estático o en velocidad. Es decir, se depende del factor individual
para superar líneas de presión en el centro del campo provocado por
la escasez de generación de juego de los centrocampistas argentinos.
Además, la consecuencia directa dibuja un cambio radical en la
actuación de Leo según el área de acción que ocupe.
- Ubicaciones de Leo
Abandonar
el campo rival para entrar en contacto con el balón no es un factor
desequilibrante para el juego de Leo y para los intereses de
Argentina. Los resultados que se obtienen con el “10” en una
posición u otra son tan elevados que sus dos asistencias v
Venezuela lo constatan sin réplica alguna. Es tan sencillo el
razonamiento como que los jugadores ofensivos generan más
productividad para su equipo cerca del área rival. Por ello, todo lo
referente a obligar a Leo ubicarse cerca del doble pivote es un hecho
contraproducente.
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Messi en el centro del campo |
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Messi en ¾ de campo rival |
Pero, a su vez, Argentina cuenta con la presencia
de otros tres jugadores de ataque en posiciones adelantadas. Quizás
de esta manera se note menos lo negativo de su ejecución. Ante
rivales de mayor exigencia se despejará tal interrogante.
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