domingo, 9 de noviembre de 2014

Llega Marcelo y OM varía

Marcelo Bielsa. Todo aquel que nombre o haga referencia a la presente temporada de O. Marseille hace alusión al entrenador argentino. Sin restricción ni olvido. El denominado “loco” está provocando una situación inesperada en Ligue 1 y, claro está, lo está realizando con su propio estilo. Comenzando la temporada con desacuerdos públicos con el presidente y desengaños varios por la planificación de la plantilla, Marcelo ha encontrado desde las primeras jornadas el bloque que estima más compacto y le asegura más nivel. Y, como es habitual en su actuación, lo está exprimiendo de manera perenne. Tanto que los aficionados ya conocen el once titular de memoria y las rotaciones son, a su vez, conocidas por regulares. El bloque, por tanto, queda confeccionado por 14-15 jugadores a la espera de la entrada paulatina de Doria en los planes de Marcelo. Esto, no obstante, puede suponer un punto negativo para la participación en el duelo más esperado hasta el momento de la presente temporada en Ligue 1.

Si bien para que se haya podido dar esta situación de regularidad en las alineaciones han sido necesarias varias probaturas. De manera inicial Marcelo comenzó con una defensa de tres efectivos fijos en defensa y un solo mediocentro en zona central. Buscaba protegerse de manera primaria en los choques iniciales pero el juego se resentía sobremanera. La separación entre la defensa y la delantera era demasiado amplia y el nexo de unión se estipulaba con una sola figura: Imbula. Además, el propio jugador francés se veía sobreexpuesto en repliegues y no era capaz, obviamente, de ocupar posicionalmente todo el ancho de la zona central del terreno de juego. Los espacios concedidos a su espalda eran un regalo para el rival y la fragmentación del conjunto era contraproducente.

Defensa de 3
Espalda Imbula





























Junto a ello, Imbula era incapaz de generar juego y conectar con sus compañeros en fase ofensiva. Con tan solo la presión de un efectivo rival cuando Imbula poseía el balón era suficiente para eliminar líneas de actuación y pases hacia zonas más cercanas a los ¾ de campo. El recurso, por tanto, se basaba en los balones aéreos o en los duelos uno contra uno en bandas. Ni siquiera tal evento se veía reforzado cunado Payet o Ayew retrasabna unos metros su posición para ofrecerse como un activo más. O. Marseille poseía un problema grave de circulación y combinación por la disposición y las actuaciones de los jugadores más diferenciales de la plantilla se veían reducidas considerablemente.

Imbula MC
Nadie en zona central





























La solución que encontró Marcelo no la obtuvo mediante la inclusión de nuevos efectivos. Simplemente realizó un movimiento como si fuera ajedrez. Esto es: adelantó la posición de Romao y le situó junto a Imbula. De esta manera el dibujo pasaba a trazar un 4.2.3.1 y la armonía con balón comenzaba a vislumbrarse. Esto ha provocado que Imbula posea mayor capacidad para acudir a zonas de área rival sin tener la fijación continua de los espacios concedidos a su espalda. Porque si bien siguen produciéndose se ven minimizados por la presencia de Romao de manera fija. De hecho, Imbula ha hecho gala de su disparo desde fuera del área y le ha reportado a OM algún gol.

Romao MC
4.2.3.1





























Y es en este contexto donde la participación de Ayew, Payet, Thauvin y Gignac ha recibido un incremento considerable. Tanto que Payet y Gignac han vuelto a la selección francesa y ya se considera al cuarteto como uno de los más poderosos en Ligue 1. Si bien es Payet el jugador que inicia desde la mediapunta, tanto Ayew como Thauvin son capaces de interactuar en posiciones centrales contando con las subidas de los laterales. La idea ofensiva de Marcelo permite tal situación y la movilidad entre los cuatro jugadores ofensivos es continua. El hecho de contar con dos mediocentros supone que las coberturas a la espalda de los laterales se pueda realizar manteniendo a un jugador en zona central y que la vasculación se pueda realizar hacia un sector del terreno de juego contando con, al menos, cuatro jugadores. Número escaso para defender situaciones de elaboración rival pero se fija de manera intrínseca en la idea de Marcelo.

Thauvin MP
Ayew retrasado





























Pero a pesar de contar con lo desplegado como fijo y continuo en el tiempo, las probaturas iniciales en referencia a la defensa con tres centrales se mantiene en el ideario como una posibilidad a desarrollar en algunos momentos concretos de un partido. Así lo ha evidenciado Marcelo en recientes fechas, en concreto en el partido que mayor exigencia le supuso hasta el momento y que más se esperaba para medir la capacidad del entramado de OM. En la visita al O. Lyon se cosechó una de las primeras derrotas de la temporada y, en un escenario de igualdad en el marcador pero nulidad en el juego, se vio la variante de Marcelo para proteger a su equipo. Volvió a retrasar la posición de un mediocentro con la consigna clara de minimizar los riesgos en defensa. Los problemas, obviamente, volvieron a surgir en la zona media y lo que no se podía evitar era una situación de desacierto en la salida de balón.

Defensa de 3


El apartado ofensivo y lo demandado a los laterales puede confrontar con la actuación del rival en el duelo PSG v OM. Y es que, como queda estipulado en el análisis del equipo de L. Blanc, va a poseer una importancia elemental qué equipo actuará en función a su idea. El que no varíe puede que posea mayores opciones de triunfo al obligar al rival a cambiar su pauta de acción. Aunque, por otro lado, ambos equipos poseen argumento ofensivos muy potentes en transición. Con espacios. Y quizás alguno prefiera este escenario. Quién sabe.

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