La
mística en el fútbol es una esencia que, desde hace varias décadas,
se ha ido erradicando de manera paulatina y continua. Quizás por
diversas razones o por simple interés de los protagonistas, lo
cierto es que los hechos y escenas que se definen como romanticismo
en el fútbol moderno se
extinguen de manera evidente. Clarividente. Siendo ello palpable, y
teniendo en cuenta todo lo que esto conlleva, el contexto no puede
ser más negativo.
De
alguna manera la marcha de Sir Alexander Chapman Ferguson al término
de la presente temporada supone una nueva implantación de
erradicación de emanación futbolística. El aroma intrínsecamente
arraigado a uno como parte fundamental de un fútbol por y para el
aficionado se ve mermado. Ese perfume que impregna los sentimientos
de los espectadores que se sienten respetados cada vez emana menos
cantidades. Se confunde con la brisa del ambiente. Con el aire frío
que te recuerda estar en Inglaterra. Con lo que te hace sentirte
especial.
La
figura del escocés poseía, desde hace varios lustros, ese estatus
de intocable que sí
aparece en otros deportes bajo la claúsula de “anti-transfer”.
Es por ello que el fin de su
presencia en los banquillos de Old Trafford lo
iba a establecer el propio protagonista. Manejando el timing
que uno gustase, la capacidad
para dedicar la mayoría de su tiempo a las carreras de caballo y
charlas políticas degustando vinos se propiciaba como adecuada para
los intereses de una persona que, estando su actividad integrada en
el mundo del fútbol profesional, recibió la categoría máxima de
Sir.
“The
one important thing of the management is you have to take decisions
that are unpopular but you are right. That's part of the job and I
think I can do that.”
Pocos
argumentos resisten como estandartes del romanticismo en el
fútbol. Y, atendiendo a lo que acontece, más pronto que tarde se
eliminarán los restantes. Quizás nos encontremos en una senda que
fluye hasta parajes desconocidos. Maybe. Ese recorrido,
mientras, ensalzará a los representantes y aumentará la sensación
de pertenencia de un número elevado de personas. Sin colores
mediante.
Y
es que, como establece Phil
McNulty (BBC), “(...)
One thing is certain. Sir Alex Ferguson's power, influence and
personality means football in this country will never be the same
again.”
El
próximo 12.05.13 tendrá lugar, en Old
Trafford,
la última aparición del referido como entrenador del Manchester
United. El 19.05.13, en The Hawthorns (West Bromwich), finalizará una historia que, en sí misma, es historia. Por
catalogarse como algo pasado. Por haber marcado una época en la
anales del fútbol internacional.
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