miércoles, 8 de mayo de 2013

Football, bloody hell!


La mística en el fútbol es una esencia que, desde hace varias décadas, se ha ido erradicando de manera paulatina y continua. Quizás por diversas razones o por simple interés de los protagonistas, lo cierto es que los hechos y escenas que se definen como romanticismo en el fútbol moderno se extinguen de manera evidente. Clarividente. Siendo ello palpable, y teniendo en cuenta todo lo que esto conlleva, el contexto no puede ser más negativo.

De alguna manera la marcha de Sir Alexander Chapman Ferguson al término de la presente temporada supone una nueva implantación de erradicación de emanación futbolística. El aroma intrínsecamente arraigado a uno como parte fundamental de un fútbol por y para el aficionado se ve mermado. Ese perfume que impregna los sentimientos de los espectadores que se sienten respetados cada vez emana menos cantidades. Se confunde con la brisa del ambiente. Con el aire frío que te recuerda estar en Inglaterra. Con lo que te hace sentirte especial.

La figura del escocés poseía, desde hace varios lustros, ese estatus de intocable que sí aparece en otros deportes bajo la claúsula de “anti-transfer”. Es por ello que el fin de su presencia en los banquillos de Old Trafford lo iba a establecer el propio protagonista. Manejando el timing que uno gustase, la capacidad para dedicar la mayoría de su tiempo a las carreras de caballo y charlas políticas degustando vinos se propiciaba como adecuada para los intereses de una persona que, estando su actividad integrada en el mundo del fútbol profesional, recibió la categoría máxima de Sir.



The one important thing of the management is you have to take decisions that are unpopular but you are right. That's part of the job and I think I can do that.”

Pocos argumentos resisten como estandartes del romanticismo en el fútbol. Y, atendiendo a lo que acontece, más pronto que tarde se eliminarán los restantes. Quizás nos encontremos en una senda que fluye hasta parajes desconocidos. Maybe. Ese recorrido, mientras, ensalzará a los representantes y aumentará la sensación de pertenencia de un número elevado de personas. Sin colores mediante.

Y es que, como establece Phil McNulty (BBC), “(...) One thing is certain. Sir Alex Ferguson's power, influence and personality means football in this country will never be the same again.”

El próximo 12.05.13 tendrá lugar, en Old Trafford, la última aparición del referido como entrenador del Manchester United. El 19.05.13, en The Hawthorns (West Bromwich), finalizará una historia que, en sí misma, es historia. Por catalogarse como algo pasado. Por haber marcado una época en la anales del fútbol internacional.

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