domingo, 25 de agosto de 2013

Del cambio a lo heredado


A nadie se le escapa del conocimiento racional que J. Guardiola busca un nuevo sistema de juego en el B. München. Su faceta como revolucionario del juego y su capacidad para innovar en el aspecto táctico fueron altamente elogiadas en su anterior etapa en Barcelona y, a tenor de lo desarrollado por el conjunto alemán desde la llegada de L. van Gaal, quizás sí se pueda definir como necesario cierto cambio en la realización para no disfrutar del punto negativo que supuso gran parte de la decadencia en el anterior mencionado episodio: la conformidad y la previsibilidad.

Así, y con varias ideas ya estructuradas listas para desarrollarse durante la pretemporada, el técnico español se ha destacado, desde los primeros días de entrenamiento, por probar nuevas fórmulas en el ideario bávaro. Varias de ellas fueron expuestas en ese espacio con motivo del primer partido oficial de la temporada 2013 – 2014 (SuperCup) y, conjuntamente, varias deficiencias derivadas de lo expuesto también fueron exhibidas. Pero lejos de minimizar este tipo de cambios J. Guardiola ha continuado ideando nuevas soluciones al gran problema con el que se va a enfrentar en más del 76% de partidos a disputar. Esto es: planteamiento defensivo del rival con la totalidad de sus jugadores en campo propio.

Con motivo de la tercera jornada de la Bundesliga se produjo la visita del Nürnberg al Allianz Arena. Como se esperaba una línea de cuatro defensas y otra de cinco jugadores se implantaron a escasos metros del área propia, cediendo todo el protagonismo al conjunto local y provocando un grado de creatividad y acierto mayúsculo en esa última zona ofensiva.



La novedad quedó implantada cuando desde el primer minuto de juego, y siempre en fase ofensiva, Lahm pasaba a jugar como interior, posición ya habilitada por el internacional alemán durante varios partidos de pretemporada. Así, Boateng abría su posición hasta casi la banda derecha, Dante quedaba como único defensa central, Bastian S. retrocedía muchos metros, estando incluso a veces a la misma altura que Dante; y Alaba cerraba el sector izquierdo. Este cambio de posiciones y permutas en constante movimiento se veían complementadas por la presencia de Thiago en el sector izquierdo como interior y Mario Götze, el cual realizaba su debut en partido oficial con Bayern München, se colocaba en la mediapunta, buscando los espacios a la espalda de los centrocampistas rivales.



Para una mayor fluidez en el juego y con el grave riesgo de pérdida y desubicación de varios defensas, el joven alemán se encargaba de complementar esa misión con dos acciones fundamentales: 1) Caída a banda derecha para permutar con Robben, ya que Lahm ya no aparecía por ese sector en fase ofensiva y Boateng, obviamente, no avanzaba metros. 2) Retroceso de metros para entrar en contacto con Lahm y Thiago. De esta manera se engrosaba un nuevo elemento en el centro del campo y la superioridad en la creación de juego podría considerarse como más satisfactoria.



La salida de balón siempre recaía en Bastian S., líbero en plena esencia que cedía el balón a Dante cuando ésta se producía por el sector izquierdo. M. Mandzukic ejercía las funciones de “9”, siendo la referencia del ataque, y F. Ribery siempre partía desde banda izquierda aprovechando su desborde y (excepcional) estado de forma y las combinaciones con Alaba cuando éste subía por banda, siendo el único lateral en realizar tal función.

En fase defensiva el equipo alemán siempre se recolocaba al esquema conocido, simétrico y equilibrado. Por tanto, esta variación se entiende en un contexto donde J. Guardiola entiende que el rival le va a proponer un planteamiento defensivo y con líneas juntas. Por ello cobra mayor relevancia las probaturas realizadas con Lahm en pretemporada, si bien no se puede valorar como óptimo el resultado de la idea. De hecho no fue la tónica general durante los 90 minutos y los goles que supusieron la posterior victoria se produjeron con otro esquema. Ya ubicado Lahm en la banda derecha, Bastian S. y Kroos eran los mediocentros con Müller en la mediapunta. Es decir, Bayern München acabó ganando el partido con un 4.2.3.1 que hizo recordar el dibujo de J. Heynckes y, paralelamente, estableció (una vez más) la importancia de Lahm como lateral derecho. Por lo que aporta y por lo que supone para el rival. No obstante, las primeras sorpresas tácticas se realizan. Son necesarias y complementarias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario