martes, 1 de abril de 2014

En Selhurst Park como en París

En un partido aparentemente sin ninguna trascendencia por el contexto y la entidad del rival, el conjunto dirigido por Jose Mourinho sorprendió en varios aspectos. Uno de ellos, el táctico, es el más llamativo por lo que supone en las horas previas de encarar los Cuartos de Final de UEFA Champions League. El restante, basándose en la lucha por la conquista de la Premier League, es estadístico, no siendo por ello consecuencia directa de lo desplegado sobre el terreno de juego.

La llegada de Matic ha sido fundamental para entender la leve mejoría del Chelsea en la zona central. Tan sencillo como la inclusión de un jugador capacitado para sostener todo el centro del campo, como ya ocurriera en Benfica, y apto en el posicionamiento, ese aspecto tan camuflado del juego que aporta unos réditos máximos en la faceta defensiva. Por ello ya es habitual pensar en su figura como fija en esa parcela. Lo que no se ha vislumbrado en excesivos momentos ha sido la inclusión de tres hombres. Esto supone un cambio de esquema del 4.2.3.1 al 4.3.3. Y la probatura a pocas horas de jugar at PSG supone una piedra de toque idónea para plantear que se verá el mismo funcionamiento en París. Ante un rival que posee una capacidad suprema en ese territorio. Ante un rival que domina mediante lo físico y lo técnico.


4.3.3

Junto a Matic se situaron David Luiz y F. Lampard. Lo novedoso viene por la presencia del inglés como interior izquierdo, esperando su participación de inicio en la mediapunta. Y una vez se reprodujo tal dibujo táctico el despliegue no fue el esperado. Porque fue frecuente ver una lectura por parte de C. Palace bastante óptima al cubrir a los tres protagonistas, dejando la salida de balón a un central (Cahill o Terry). La superioridad que se buscaba, por tanto, era contrarrestada y la fluidez en la circulación de balón no se podía producir al evitarse una línea, la central. La trascendental en este sentido.


Salida del central

David Luiz disfrutó de libertad para avanzar metros con y sin balón. Cuando podría lanzar transiciones ofensivas con posesión no se dudaba en ningún momento y cuando se jugaba en estático su posición se vislumbraba a la altura del área rival. F. Lampard, por sus condiciones de juego y sus características innatas, también jugaba en posiciones tan adelantadas. Por tanto, Matic para sostener. Para dirigir el juego. Para decidir.


David Luiz en posiciones de ataque

Más extraño fue presenciar cómo los dos extremos abusaban de las diagonales hacia zona central. Esto provocaba que constantemente se dejaran amplios metros para la subida del lateral, si bien la parte contraproducente se definía con la aglomeración de efectivos en un espacio de terreno muy reducido. Por momentos parecían interiores, centrocampistas con funciones de combinación y superación de líneas mediante pases. Y, obviamente, ésa no era su función. La amplitud de campo sólo se producía cuando el juego se ralentizaba lo suficiente para que los laterales se ubicaran en campo contrario, en posiciones de extremo. El juego se resentía y la fluidez era escasa. Curioso y conflictivo porque con la inclusión de tres jugadores en el centro del campo se buscaba control y mayores recursos a la hora de ofrecer oportunidades de gol a los delanteros.



Lateral en campo rival
Extremos en zona central





























Este cambio sólo tuvo 45 minutos de vigencia. Los correspondientes a la primera parte del partido. Se considera como una posibilidad bastante probable a desplegarse en el partido de ida at PSG. Matic no podrá ser de la partida por haber jugado la misma competición con Benfica en rondas previas. Pero Chelsea recupera a Ramires. Y lo físico, en este área de acción, puede resultar diferencial.

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