La
decisión de la AS Roma de destituir a Rudi García en detrimento de
Spalletti, tras seis jornadas disputadas en la Serie A, no sólo está
resultando positiva por el cambio de balance en los resultados
obtenidos, minimizando la diferencia de puntos con respecto a los
puestos de Champions League de seis a dos puntos. Además, la
capacidad táctica que está exhibiendo el conjunto romano es uno de
los principales motivos para aseverar que la Roma, en vísperas de
enfrentarse al Real Madrid en la competición internacional, es un
conjunto radicalmente opuesto al que actuaba con el técnico francés
en el banquillo.
Tanto
las distintas ubicaciones espaciales en las que se desempeñan varios
jugadores como la fiabilidad con el esférico en posesión propia,
establecen que los de Spalletti sean capaces de manejar diferentes
registros futbolísticos. No en vano, distintos esquemas de juego y
formaciones ha implantado el preparador italiano, con indiferencia
del resultado conseguido. La idea que transmiten siempre es la misma
y, sin ningún tipo de duda al respecto, la convicción que
desprenden los futbolistas al realizar los automatismos y mecanismos
implantados por Spalletti demuestra que los conceptos se ha asimilado
con prontitud.
La
Roma ha jugado y puede jugar tanto con defensa de tres centrales como
de cuatro efectivos al uso. La inclusión de De Rossi en el centro
del zaga, de manera fija y perenne, habilita una salida de balón más
limpia, ya que la pareja (indiscutible) Rüdiger-Manolas no poseen
unas aptitudes extremadamente sobresalientes en esa faceta del juego.
No obstante, Spalletti ha utilizado esa formación incluso cuando el
capitán no se encontraba disponible. De tal manera, en fase ofensiva
el lateral izquierdo centraba su posición para ser el tercer hombre
en la línea de atrás, dejando todo el sector derecho para el
lateral (Maicon, Florenzi). Así, el lateral confluye como un
efectivo más en la zona de tránsito del balón en primera
instancia. Esto se complementa con la presencia de un extremo fijo en
la banda izquierda (Stephan El Shaarawy), evitando que un mediocentro
tenga que ubicarse escorado en ese sector. Esa 'asimetría' que se
produce con el movimiento de ambos laterales, siempre realizado
cuando Kuzmanovic es titular, se compensa con la figura del italiano,
más centrado en tareas ofensivas que defensivas. Por el contrario,
si Digne es el lateral que comienza el partido desde el comienzo,
nunca se ha presenciado tal variante, siendo la defensa de cuatro
jugadores la establecida.
Aún
así, independientemente de quien actúe por ambas bandas, la
presencia de los laterales o carrileros en campo contrario es
constante. Especialmente es relevante en el sector derecho, ya que el
jugador ofensivo que parte desde esa zona (Salah) no habita ahí la
gran parte del tiempo. La libertad que concede Spalletti a los dos
defensas es plena y cuando se proyectan en ataque juegan, incluso,
realizando funciones de extremo. En ese contexto, Florenzi sale más
favorecido en la comparativa personal con Maicon, ya que posee mayor
recorrido y constancia física. A la diferencia establecida
anteriormente con respecto a Kuzmanovic y Digne, hay que añadir la
de la precisión en los centros al área. El francés es mínimamente
superior, puede combinar en posiciones más centradas y se prodiga
más en disparos lejanos desde fuera del área.
En
ese funcionamiento escalonado, la pieza clave es Pjanic. El bosnio retrasa su posición en exceso a la hora de sacar el balón jugado.
Incluso, no es extraño contemplar que su ubicación está cerca de
la de los defensas. Se coloca siempre detrás del jugador defensivo y
físico, del mediocentro posicional, porque es el elegido para entrar
en contacto con el balón tan prontamente sea posible. De ello
dependen los intereses de la Roma en cuanto a transiciones generadas
desde primera línea de exposición se refiere. Incluso se ha
vislumbrado tal hecho jugando De Rossi en el centro del campo. La
manija del equipo la lleva Pjanic, concedida por Spalletti.
Precisamente con balón, manteniendo largas y elevadas posesiones,
los italianos pueden crear desajustes en el Real Madrid, tanto por la
timorata presión que realizan los de Zidane como por la inoperancia
que experimentarían sin la posibilidad de atacar.
El
otro nombre propio en el centro del campo de la Roma es Nainngolan.
Habita en posiciones adelantadas, las propias a las de un mediapunta,
pero no juega como tal. Si bien su aporte ofensivo es realmente
elevado, aprovechando la llegada desde segunda línea libre de marca,
resalta sobremanera su capacidad presionar al rival en campo
contrario. Esta variante defensiva, que se realiza sin una presión
con bloque alto por parte de la Roma, consiste en un marcaje al
hombre al mediocentro rival encargado de generar la salida de balón.
Ante el Real Madrid, la disyuntiva será si se centrará el foco en
Kroos o Modric, ambos aptos y habituales en esas tareas.
En
términos puramente ofensivos, si por algo se ha caracterizado la
Roma con Spalletti es por la presencia fija de tres jugadores: Salah,
Stephan El Shaarawy y Perotti. Siendo los dos últimos adiciones
nuevas al plantel en el mercado de invierno, sus apariciones se
cuentan como fijas en el equipo romano. La salida de Gervinho se ha
visto subsanado por la llegada del extremo italiano. Siempre actúa
por la banda izquierda, pegado a la cal, con la consigna clara de
conformar desequilibrios en la zaga rival mediante regates y acciones
individuales. Es lo que aporta un jugador tan desequilibrante en el
uno contra uno, poseedor de una creatividad tan importante como
notoria. Normalmente suele recibir un marcaje fijo del lateral rival,
si bien es capaz de finalizar jugadas dentro del área, tras realizar
diagonales hacia zonas centrales, con mayor precisión que Gervinho.
Por
su parte, Salah es la pieza pivotal del ataque de la Roma. El egipcio
lo eclipsa todo partiendo desde la banda derecha. Y es remarcable tal
hecho porque habita en posiciones centrales para estar en permanente
contacto con el balón. Se ofrece, combina y fabrica desajustes en el
equipo contrario. Cuando consigue transitar con balón entre los
mediocentros y defensas rivales, la indecisión o salida del central
provoca que la opción del lateral propio en la banda derecha
disfrute de metros y espacios. A su vez, también posee las variantes
de combinar con Nainngolan o Perotti en territorios más centrados e,
incluso, filtrar pases a la espalda de la defensa rival para la
entrada desde banda de Stephan. Todo ello es posible para Salah por
su entendimiento del juego, factor diferencial para comprender su
desempeño en zonas tan sensibles del terreno de juego.
Junto
a él , la llegada de Perotti ha dado muchas variantes a Spalletti.
Le ha utilizado en tres posiciones distintas del frente del ataque:
por la izquierda, detrás del delantero, cuando juega Dzeko; y como
delantero mismo, haciendo las funciones de falso 9. El factor común
en todas esas demarcaciones es su participación en el juego. Posee
un peso específico dentro del equipo, a pesar de ser un recién
llegado, porque el entrenador italiano así lo considera. Su alto
nivel y aptitud para realizar combinaciones sin fallo alguno son el
gran aliciente y argumento para entender tal decisión.
No
obstante, lo negativo es que, en ocasiones, no existe la figura de un
jugador en zona central fijando la ubicación de los centrales
rivales. Esto se debe a la continua movilidad que aporta el
argentino, algo que le demanda Spalletti, y que provoca que Salah y
Nainngolan puedan aparecer sin una constante marca rival.
A
la espera de vislumbrar y analizar el rendimiento que ofrece el
equipo de Spalletti en la Champions League, el cambio realizado
establece que las garantías para competir ante un equipo de mayor
entidad y nivel sean fehacientes y palpables. “Queremos
confirmación en el progreso que estamos haciendo y es el partido
perfecto para entender si estamos en la buena dirección o no. No
considero que haya ningún favorito, ambos equipos tienen un 50% de
llegar a la siguiente ronda”, declaró Spalletti en la rueda de
prensa previa al partido. “No me sorprendería si aún estamos en
la competición después de esta eliminatoria”. Aviso para
escépticos.
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