sábado, 8 de febrero de 2014

Lo grave son las consecuencias

Tan censurable es la actuación en Anfield como elogiable la temporada, hasta ese evento, por parte de Arsenal. La contraposición de calificativos se ha producido en tan sólo 20 minutos. Los que ha querido el Liverpool que duraran las expectativas de triunfo de los visitantes. Siendo ello parecido, por lo abultado y lo llamativo, a lo vislumbrado hace escasas fechas v Everton, lo cierto se evidencia con que la superioridad demostrada ante el equipo de A. Wenger no es comparable. Por amplia, robusta e insultante. Y en estas situaciones la percepción varía entre el acierto de unos y el caos de los restantes. En este escenario tal pesquisa torna como efímera. Con todo lo que ello conlleva.

Porque en clave Arsenal el partido de la jornada 25 de la Premier League puede resultar catastrófico. En pleno mes de Febrero, a escasos días de afrontar las fechas en las que se juega el grueso de las opciones reales para campeonar en las diversas competiciones a disputarse, la situación ha virado. En exceso. No ya por el marcador (5-1) ante un rival que ocupa puestos europeos sino por la actuación y lo desplegado en el terreno de juego. El aficionado gunner, obviamente, no va a encarar los decisivos choques venideros con la confianza que poseía a lo largo de la presente temporada. Incluso no será semejante a la propia tras la derrota en el Etihad Stadium (6-3) ante otro rival directo. La presente es más grave. Más profunda. Por las formas. Por el fondo.

En la primera jugada del partido, una falta lateral, se encaja el primer gol. Por fallo del marcaje. En el primer córner en contra se encaja el segundo gol. Por fallo en el marcaje. Ante el mismo protagonista. Realmente complejo de entender es cómo Skrtel comienza el desmarque desde el segundo palo hasta la posición central del área rival sin oposición alguna. Tan solo en el momento del golpeo con la cabeza aparece una figura del Arsenal mínimamente incómoda (Koscielny), insuficiente para erradicar lo esperado. Se deja sin marca individual a uno de los principales activos rivales en jugadas a balón parado. Al jugador que ya te ha endosado un gol en el primer minuto de juego.


A partir de ahí fallos en pases sin trascendencia, pérdidas de balón en zona central y espacios concedidos a la espalda de la defensa. Esa pareja, la conformada por Koscielny y Mertesacker, ha sido (y está siendo) una de las claves para entender el óptimo resultado del Arsenal en la 2013-2014. Ahora bien, su participación ante el cuarteto ofensivo rival no se puede definir con ningún matiz positivo ni merma de negatividad en la sentencia. No obstante, la responsabilidad de lo ocurrido se dispersa por la totalidad de los jugadores elegidos en el once titular. La pareja Arteta – Wilshere nunca fue capaz de asegurarse como dominante en el centro del campo, quedando desestructurados con pases cercanos a su zona de influencia.

La cuestión, principalmente, reside en descubrir si lo experimentado se debe a un evento en concreto o se alarga en el tiempo. Duración espacial que, a su vez, no disfruta el Arsenal porque el calendario inmediato les pone a prueba en estas cuestiones competitivas. La mejor temporada que se recuerda en Londres, en la zona de Dayton Park, corre grave peligro de erradicación por los efectos que pueda conllevar lo desplegado en Anfield. Lo sufrido.


Calendario inmediato de Arsenal: v ManU, v Liverpool, v BM, v Sunderland, at Stoke, v Swansea, at BM, at Spurs, at Chelsea, v ManCity.

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