Nombres sin argumentos

Inglaterra Sub21 tiene un problema. En realidad tiene varios, pero uno de ellos es preocupante y así lo está demostrando en este Europeo. No sólo sufre de falta de ambición y motivación por un torneo en el cual no se disputa nada que no sea su conquista sino que el juego que despliega es escaso y paupérrimo. A priori, antes de comenzar la competición, Dinamarca, Suiza, España y la propia Inglaterra eran las selecciones más potentes. Lo cierto es que los ingleses están otorgando tal situación como errónea hasta tal punto que en la última jornada puede quedar eliminada de las SemiFinales. Y si se produce será justo y necesario pedir explicaciones a Pearce.

-          Planteamiento nulo

Después de dos jornadas disputadas se sigue buscando una explicación lógica para tratar de entender la aparición de Mancienne en el once titular como MC. No sólo evita que sea Rodwell el pivote en el centro del campo sino que no aporta nada destacable al colectivo. Mirando el banquillo que posee Pearce uno ve a jugadores como Sinclair, Albrighton, Cleverley y Delfouneso  (este último muy discutido). Con todo y con ello tampoco se vislumbra que los elegidos para iniciar el encuentro combinen con fluidez y den sentido a la circulación del balón. A Henderson lo ha fichado el Liverpool para eso, pero su versión en este Europeo no se asemeja en nada a la esperada/deseada. Claro está que nada se puede lograr sin el colectivo, por ello es exigible a Rose su mínima capacidad de influencia sobre el partido. Abierto en banda, cuya misión principal es abrir el campo para generar espacios para compañeros que lleguen desde la segunda línea, su actividad racional con el balón en los pies no es otra que batirse con su marcador en una carrera. Poco destacable, nada aprovechable. 

-          Capacidad de reacción

Todo equipo/selección que aspire a conquistar títulos y entorchados internacionales posee el denominado “plan B”, alternativas cuando su planteamiento inicial no es válido ni positivo. Ahora bien, cuando no tienes ni siquiera un planteamiento inicial que reporte a tus jugadores una idea clara sobre lo que se debe realizar dentro del terreno de juego nada se puede exigir en cuanto a capacidad de reacción y variantes posicionales. Todo hace indicar que ante graves problemas de superioridad lo estipulado es buscar con balones aéreos a Wellbeck, pasar el balón a Sturridge o esperar a que la envergadura de los compañeros solucionen el partido en una jugada a balón parado. No existen iniciativas propias de jugadores diferenciales que sean capaces de aportar soluciones al colectivo, y hablando de Inglaterra es sorprendente.

Esta Selección confeccionada para el Europeo que se disputa en Dinamarca son nombres incapaces de juntarse como un grupo para competir con la unión futbolística como base. Muchos menospreciaran este torneo, argumentarán que el objetivo de disputar los Juegos Olímpicos está reservado por ser anfitriones, mas lo cierto es que muchos de estos jugadores serán los que defiendan la camiseta inglesa en feudo propio. Y es aconsejable que cuanto antes empiecen a funcionar como un combinado más opciones poseerán de optar a la conquista final.