lunes, 16 de enero de 2012

About the weekend


1.       Swansea v Arsenal

Lo atractivo del encuentro residía en que jugaban dos equipos con un alto porcentaje de posesión de balón. Tan alto que ellos dos se colocan entre los nueve primeros de ¡EUROPA! en estos términos. Quizás para algunos la estimulación que provoca el Swansea aumente a partir de ahora con la participación, hasta final de temporada, de J. McEachran. Lo cierto es que el trabajo que se lleva realizando en la entidad, ya incluso con Roberto Martínez en el banquillo, define la ideología implantada en un club de Gales atípico. La ocasión era propicia para aprovechar los empates de Tottenham y Liverpool: existía la posibilidad de recortar dos puntos a los primeros en la lucha por la clasificación para la UEFA Champions League y los mismos puntos a los segundos para aumentar la ventaja respecto a las posiciones europeas. La derrota, en su defecto, provoca que sea el Chelsea el encargado de aumentar las diferencias. No puede existir ninguna excusa en el combinado de Wenger porque, sencillamente, el Swansea fue mejor en un partido que recordó al disputado en Alemania con motivo de la UEFA Champions League, at B. Dortmund. Ante un rival que es superior con la posesión del balón el Arsenal defiende con los extremos en la zona central para formar una línea de cinco hombres. Planteamiento basado, exclusivamente, en la salida rápida tras recuperación. En esta ocasión, obviamente, no fue satisfactorio.


1.1. Tottenham v Wolves
El equipo de H. Redknapp es la sensación del momento en la Premier League. Tras ganar la semana pasada su encuentro aplazado v Everton la situación era idílica y la consecución de la competición nacional se postulaba como posible y real. Pues bien, en el primer partido jugado tras igualar en la clasificación al Manchester United el resultado no podía ser más nulo. Empate en White Hart Lane ante el decimoséptimo clasificado y con todas las variantes y activos de la plantilla en el terreno de juego. Porque ése es un detalle a tener muy en cuenta: el factor cansancio mental y físico puede resultar determinante. Una de las características principales que han de saber manejar en la entidad de Londres es la presión mediática y la exigencia del entorno más inmediato. No siendo factores habituales en unos jugadores que, en su mayoría, desconocen lo que supone afrontar partidos de radical trascendencia cara a la consecución de un título, la gestión de H. Redknapp versa sobre la motivación propia y la percepción de las habilidades del compañero. Los partidos ante rivales de la zona alta de la clasificación determinarán, de manera definitiva, los objetivos inmediatos. Obviamente, partidos como el del Sábado pueden hacer variar la idea categórica, convirtiéndola en ilusoria.

2.       O. Marseille v Lille
Con la vuelta de la Ligue1 la jornada 20 deparaba el denominado Grand Match. El equipo de R. Garcia encaraba el choque tras la eliminación en Coupe de la Ligue at O. Lyon y sabiendo el resultado del Montpellier y del PSG, los dos primeros clasificados. La presión aumentaba al considerar que ambos ganaron sus respectivos encuentros y, por consiguiente, la importancia de la victoria en el Vélodrome aumentaba exponencialmente. Ahora bien, los locales están en continua progresión, siendo su desarrollo continuo y causante de que en las últimas cinco jornadas se hubieran conseguido 13 puntos. Ahí residía la clave de la recuperación del O. Marseille: tras varios meses el equipo era regular y eficiente. Y de tal manera se postularon en el terreno de juego: superioridad máxima en todo momento sobre su rival y victoria merecida que les sitúa a tan solo dos puntos de la tercera posición, la cual es apta para la UEFA Champions League. Rémy fue la figura destacada, el artífice de dos goles y el jugador sobre el cual una mirada estaba fijada con sumo interés. Ésa era la de H. Redknapp, presente en el estadio, por lo que la rumorología sobre un posible fichaje se eleva con argumentos. Cierto es que el Lille tenía numerosas bajas, sobre todo en la zaga defensiva, pero el planteamiento y la imagen han sido extremadamente pobres. La totalidad de puntos “salvados” por Landreau es muy alta. Sintomático. El planteamiento ha sido meramente defensivo. Ilógico.

2.1. PSG v Toulouse
El estreno de Carlo Ancelotti en el equipo de París se produjo con anterioridad, mas la mística del contexto postulaba que el técnico italiano afrontaba su primer partido en Ligue1 y, además, en el Parc des Princes. Las peticiones de éxito se dan por supuestas, siendo su perfil el indicado, acorde a la opinión de Leonardo, para dirigir un proyecto que toma visos de despilfarro económico. Desde el primer momento se vieron aportaciones que no eran habituales en la época de Kombouaré y, quizás por ello, el rival no opuso excesiva resistencia. Impactante fue presenciar la suplencia de Gameiro, siendo Ménez el encargado de jugar con un rol de continuo movimiento entre la zaga defensiva y los laterales rivales. Fruto de esa permanente movilidad Pastore anotó un gol y, debido a este síntoma expuesto, podemos esperar una optimización de los espacios con jugadores de banda habilitados para combinar en zonas intermedias. Cierto es que la herencia, en Ligue1, que se ha encontrado Carlo es bastante positiva. El liderato ya era propio con Kombouaré en el banquillo pero, tras una jornada mediante, la ventaja respecto al Lille ha aumentado. Obviamente, se debe más a demérito del Lille que a mérito del PSG. Por el momento el Montpellier aguanta el ritmo de victorias y puntuaje. ¿Será un rival serio para el PSG o, simplemente, no encontrará oposición alguna?


3.       AC Milan v Inter
Derby della Madonnina. Con la figura de Tévez de fondo. Por su indecisión y su apatía para volver a jugar al fútbol. Afrontaba el partido el Inter habiendo conseguido cinco victorias seguidas y con una sensación de confianza elevadísima. Porque esta situación era impensable tras la marcha de Gasperini y porque tanto Forlán como Sneijder han estado lesionados durante buena parte de los últimos meses. Con todo y con ello, y a pesar de que el Milan era líder y la Juventus había empatado, existía cierta convicción en que el Inter pudiera conseguir un resultado positivo. Quizás el pragmatismo que ha implantado Ranieri ayude a ello. Lo cierto es que el partido ha derivado en esa perspectiva y la sexta victoria consecutiva en Serie A provoca que sólo sean ¡SEIS! los puntos que separen al Inter del liderato. El mal menor para los de Allegri es ver cómo la Juventus no fue capaz de ganar en feudo propio y, de tal manera, las distancias no se incrementan en exceso. Decisiones como las de colocar a Emanuelson de trequartista no benefician al colectivo. Aún así el Milan fue superior en varias fases del partido, cotizando la totalidad de un 66% de posesión de balón. He ahí una razón principal del por qué Ranieri planteó un esquema defensivo: la incapacidad del rival en la zona central es evidente, la capacidad de ruptura en ¾ de campo con el holandés es efímera. La Serie A engloba a seis equipos en seis puntos por la lucha del Scudetto. Meraviglioso.

4.       Oporto v Rio Ave
Aparentemente puede que no sea un partido excesivamente llamativo para la opinión pública pero lo que se decidía en este partido superaba la estética del cartel. Jugaba el Oporto de V. Pereira ante su afición con la obligación de conseguir otra victoria que, en este caso, le hiciera no aumentar la desventaja respecto al Benfica. Porque el principal rival para ganar la Liga Zon Sagres había jugado su compromiso liguero con anterioridad y la victoria se había producido con una diferencia en el marcador considerable. Muchas dudas se ciernen sobre la figura del técnico portugués, estando el equipo debilitado si lo comparamos con la temporada pasada. Ciertas decisiones se critican de forma abierta, existiendo el debate sin ningún tipo de censura. Y probablemente esto no sea beneficioso para el colectivo pero menos lo es la retirada de Hulk a los 32 minutos de juego por molestias físicas. La zona en la que actúa es, debido exclusivamente a la salida de Radamel Falcao, un asunto que no termina de solucionar fiablemente V. Pereira. Porque colocar al superdotado brasileño en la punta del ataque supone variar la posición donde jugó la temporada pasada y rindió a su mejor nivel en toda su carrera. Ni Kleber ni Walter terminan de entusiasmar y la figura de James Rodríguez se erige como adyacente y peculiarmente imprescindible. En esta ocasión sus dos goles mantienen la diferencia con el Benfica, entusiasman tanto como los minutos disputados por Iturbe y definen la responsabilidad del Oporto para con la progresión del colectivo. Sólo así la plantilla de Jorge Jesus no podrá campeonar tras temporadas en el ostracismo. 

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