miércoles, 4 de enero de 2012

Impresiones de una Inglaterra festiva


En el periodo de fiestas navideñas la Premier League no ha reducido su ritmo de competición. Todo lo contrario, la consecución de jornadas se han concatenado hasta tal punto que se han disputado ¡CUATRO! jornadas en la competición nacional a lo largo de 16 días. Desde la jornadas número 17 hasta la jornada número 20, ambas incluidas, han tenido lugar numerosos partidos que, como era de esperar, han dejado varias conclusiones inesperadas antes de su realización. Pero, como ya es sabido, este periodo depara eventos imprevistos.

El Manchester City ha experimentado resultados impropios a su calidad y profundidad de plantilla, requisito que hacía presagiar una actuación óptima en fechas de gran concentración de partidos. Pero su renta se ha visto reducida al mínimo (3 puntos) y los dos partidos previos al encuentro v Liverpool fueron estigmatizados. Porque at WBA la ineficacia en la creación de jugadas de gol estuvo presente y, ya de manera definitiva, quedó evidenciado que Nasri no es definible como un jugador diferencial. Es más, su rendimiento sigue la evolución tardía y discontinua que se vislumbró en el Arsenal. Por ello las dudas respecto a la participación de Milner quedan difuminadas. Y la contundente victoria cosechada ante el conjunto de Liverpool ha minimizado las críticas vertidas sobre Roberto Mancini por el encuentro perdido at Sunderland, siendo muchas ya reiterativas, carentes de fundamento y efímeras. Lo cierto es que ese partido fue de dominio visitante sólo resuelto por una jugada al término del mismo en contraataque y con la totalidad de los jugadores en campo contrario. Destacable y elogiable. Ahora bien, incidir sobre la importancia de Silva y Agüero en el combinado es establecer algo ya postulado. Lo anormal es criticar su no participación desde el inicio en los más de 44 partidos que va a disputar el conjunto de Manchester. El evento contrario también sería, paradójicamente, igual de censurado. He ahí el problema.

Tanto Fulham como Wigan, los dos primeros rivales del Manchester United, vieron cómo el marcador reflejaba un 5-0 en contra. Esa superioridad exhibida por parte de los red devils se ha visto contextualizada por la derrota, en Old Trafford, v B. Rovers. Uno de los peores equipos de la Premier League no sólo fue capaz de ganar a domicilio al Manchester United sino que evidenció las carencias del cuadro de Ferguson. A saber: falta de centro del campo, ineficacia defensiva, desajustes de rendimiento en los extremos ofensivos, incompatibilidad de Berbatov con otro delantero, actitud extradeportiva de ciertos jugadores. Con todo y con ello es capaz de mantener el ritmo del ManCity (en cierto modo) y, a la espera de disputarse el partido aplazado del Tottenham, mira con preocupación la situación de los antes referidos. Existe irregularidad y carencia de actitud. Sensaciones contradictorias. Sobre todo teniendo presente la imagen ofrecida v B. Rovers y at Newcastle.

Existiendo para ambos equipos sólo un rival de elevado nivel, tanto Chelsea como Tottenham han disputado un partido entre ambos en este periodo. Y el empate en White Hart Lane puede considerarse positivo para los locales porque ha sabido aprovechar la inconsistencia del equipo de Londres a lo largo de estas últimas dos semanas. Al empate como local v Fulham, tratándose de un partido realizado con seriedad y mostrando superioridad, hay que añadir la derrota, también en Londres, v A. Villa. Desde hace un par de meses la crítica generalizada no reporta buenas opiniones sobre André Villas-Boas. Y lo evidente es que su planteamiento/filosofía está variando para primar más el resultado inmediato que lo implantado al principio de la temporada. Sí cabe destacar que está entre los tres primeros equipos de la Premier League en cuanto a porcentajes de posesión de balón, por encima incluso del Swansea City, paradigma idóneo de tal funcionamiento. Parece ser que no basta con ser partícipe de tal característica y al ya consabido y habitual nulo rendimiento del delantero español Fernando Torres las filtraciones de malestar en el vestuario del Chelsea se tornan como presentes. Esta temporada es la más complicada para aspirar a los puestos que dan derecho a jugar la UEFA Champions League, siendo este objetivo el marcado por hasta ¡SEIS! equipos. De tal circunstancia derivan las dudas que existen en varios clubs de primer orden europeo. La conquista se postula como estresante.

Porque otros dos equipos de Londres, Arsenal y Tottenham, están capacitados para opositar a la tercera posición. El segundo parece el más preparado para conseguir la empresa señalada, más teniendo en cuenta que no disputa competición europea y que su “XI” es de garantías y el funcionamiento del mismo se vislumbra como eficaz y automatizado. Cuenta el Arsenal con el hándicap de tener que conseguir puntos en la competición nacional de manera continuada y regular para paliar el mal inicio de temporada. Se está convirtiendo en un factor decisivo para medir sus opciones reales de clasificación para la máxima competición europea y, si estudiamos el empate v Wolves y la derrota al Fulham, se puede afirmar que la gravedad se amplía por la siguiente razón: el hecho de no conquistar los tres puntos en ambos partidos se debe a un mal ya conocido en la entidad de Londres atribuido al azar por unos y a la falta de control para otros. Sea cual fuere la función principal que provoca tales desequilibrios, esas pérdidas de puntos en partidos donde se es superior merma el potencial del conjunto, afecta a la mentalidad inmediata del equipo y deriva en situaciones de controversia.

El inicio prometedor del Newcastle se definía como casual y perenne. Así está ocurriendo, mas la séptima posición actual es de un mérito superfluo. Más aún si tenemos en cuenta que en la última cita ha ganado al ManU de una manera incontestable. Los logaritmos postulan la supremacía e importancia de D. Ba en el equipo: 15 goles en 18 partidos que suponen el 51.72% de los goles del Newcastle. Aprovechando la indecisa temporada del Liverpool su rendimiento está por encima de lo esperado y exigible. Rentabilizando su alto puntuaje al inicio de la competición la renta que posee le permite encarar los próximos partidos son la planificación necesaria para volver a inquietar la existencia del Liverpool. Y es que el equipo de Dalglish sólo ha ganado un partido de los últimos cuatro. Y cabe destacar la derrota at ManCity, siendo ella un indicativo claro de cuáles son las aspiraciones reales de la entidad. Ahora bien, la ausencia de Suárez en los próximos ocho partidos (ya se ha cumplido un partido de sanción) hacen presagiar momentos de incertidumbre ante la falta de efectivos reales y palpables. Nunca ha sido un candidato en firme para competir por los cuatro primeros puestos de la Premier League. La evidencia se está postulando como el mejor argumento.

Hablar del Stoke City es hablar de elogios y continuas críticas positivas. Bien es cierto que la imagen ofrecida at ManCity no fue adecuada ni seria, pero a pesar de ello y de haber conseguido 5/12 puntos las exigencias no se pueden elevar. Es el equipo que está inmediatamente después de los 6-7 primeros clasificados, siendo una situación afable y comparable a lo que se le puede exigir al Sunderland de M. O’Neill, artífice del Aston Villa atractivo y permutable de temporadas anteriores. Las dos últimas victorias le sitúan en una décima posición con ventaja de nueve puntos sobre el descenso. Su metodología ya se evidencia y el acierto de los directivos para con su contratación puede resultar implosiva.

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