Milan
v Juventus
El Milan está en un momento óptimo. Quizás en el mejor de la
temporada. El primer tiempo jugado v Juventus no sólo anuló todas las virtudes
del rival sino que, además, mostró una superioridad no antes vislumbrada con
tanta clarividencia. Porque el monólogo era primoroso y el juego resaltaba cual
puesta en escena maximizada. Por ello parecía que la primera derrota del curso
para la Vecchia Signora se iba a
producir en San Siro. Sin Zlatan ni
Boateng, la exhibición del Milan posee más mérito todavía. Insisto, nunca antes
se había visto una suficiencia tal por parte de un equipo para con la Juventus.
Y sorprende aún más porque se produjo con posesión para el conjunto local,
estando extremadamente acertados en esa faceta, siendo un claro déficit a lo
largo de la temporada.
Ahora bien: Pepe, Vucinic, Matri y Del Piero. Todos ellos
suplentes en el partido que podía decantar la Serie A para los intereses de
Conte. Y, junto a este evento, aparece una defensa con tres centrales en fase
ofensiva y cinco en fase defensiva. Esta circunstancia comenzó a implantarla el
entrenador italiano cuando jugó ante Udine y Napoli. Por jugar ambos equipos
con la misma característica en defensa, la conclusión era que Conte modificaba
el esquema para contrarrestar lo implantado por el rival. Pero de manera
progresiva se han ido sucediendo los partidos en los que este organigrama se
ajusta desde el inicio. Y at Milan fue un grave error, quedando constatado con
posterioridad. Porque la entrada de Pepe al inicio del segundo periodo implantó
el conocido 4-3-3 y las aportaciones de Matri y Vucinic terminaron por ajustar
lo habitual en Turín. Lo acreditado. Y el equipo mejoró, funcionó.
Probablemente a ello se deba el empate final, la continuación de partidos sin
perder y la posible ventaja en la carrera por el Scudetto. Todo depende del partido aplazado del próximo 7 de Marzo
at Bologna. Todo depende de si Conte anota el fallo cometido a lo largo de los
primeros 45 minutos.
O.
Lyon v PSG
Existían muchas dudas sobre cómo iba a conjuntar Carlo a
todas las piezas de su PSG. Porque
Menez, Nene, Pastore, Gameiro y Hoarau son jugadores que, en la gran mayoría de
los partidos, van a estar disponibles. Y, sencillamente, son los personajes más
influyentes en la plantilla. Precisamente el último es el protagonista absoluto en París. Sus dos últimas actuaciones han valido dos empates en los minutos
finales de cuantiosa importancia. Y más atendiendo a la entidad de los rivales.
Primero fue v Montpellier y después at O. Lyon. A su vez, ese desarrollo máximo
en sendos partidos le otorga la titularidad en detrimento de Gameiro y,
probablemente, mayores minutos en la Selección Francesa. Hace más de diez
jornadas que el PSG ocupaba el liderato, pero los tres empates consecutivos
favorecen la espléndida marcha del Montpellier, rival claro y sólido por el
título final.
Título al que no opta el O. Lyon de Garde. Si bien la actuación
ante el mejor equipo de Francia merece elogios, la temporada no es positiva.
Por el juego y por los resultados. La dicotomía reinante se traslada de manera
directa al terreno de juego y la conjunción de activos imperiales no se realiza
como el discurso del técnico francés desea. Con todo y con ello partidos como
el presente y eventos como una hipotética clasificación para los Cuartos de
Final de la UEFA Champions League otorgan más rédito que críticas al proyecto
de Garde. Y ser partícipes del mejor partido de la temporada (hasta el momento)
no se debería de menospreciar. Aun habiendo perdido tres puntos en la última
jugada del partido.
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