lunes, 27 de febrero de 2012

About the weekend


1.       Arsenal v Tottenham
Ambos equipos variaron sus esquemas habituales para encarar un partido que en Londres levantaba extremada expectación. Las dinámicas eran totalmente opuestas y los estados de ánimo singularmente distintos. La buena temporada de unos en la Premier League, a pesar de no ser candidatos al título por demérito propio, y la acentuada situación de los otros, ya conocida en la entidad del Emirates; evidenciaba que las rutinas se dispersaban para fluir en un evento único. Y resultó que el partido estuvo acorde a las expectativas creadas.
Tanto Oxlade como Gervinho fueron suplentes, coincidiendo en la zona media del terreno de juego Benayoun, Rosicky, Arteta y Song. Buscaba Wenger continuas combinaciones y posesiones de balón duraderas para que la actuación de Modric, Bale y Adebayor se viera truncada por la inactividad y la falta de contacto con el esférico. Y la realidad es que en esa parcela del campo se decidía gran parte del devenir del partido. “They tried to stop us from dominating the midfield but it didn’t stop us. I felt we were technically faster and superior in our passing.” No se contaba, sin embargo, con un temprano gol de Saha, cuyo rendimiento es altamente rentable: tres goles en tres partidos de Premier League. Por eso, y por estar en el minuto 34 con dos goles en contra, la exhibición del Arsenal es elogiable. Emocionante. Y altamente necesaria. Tras ver cómo la imagen era directamente anulada en Europa y estando inmerso en una competición directa con el Chelsea para clasificarse en cuarta posición a la próxima UEFA Champions League, la cita con el Tottenham era exigente. El resultado es inmejorable por la forma y por el fondo. Hacía mucho tiempo que la afición gunner no disfrutaba tanto. Y se lo merecían. A doce jornadas para el final de la competición nacional la diferencia con el Tottenham es de siete puntos. Who knows…


2.       B. München v Schalke
Se minimizan las críticas. El B. München tenía la ocasión perfecta para desviar toda la atención maliciosa en torno a su entidad tras la derrota en UEFA Champions League en Basel. Y la respuesta ha sido fabulosa. Mucho tiempo hacía, desde el comienzo de la temporada probablemente, que el juego del equipo alemán no atraía en exceso. Cierto es que las reiteradas lesiones de Bastian S. han mermado al colectivo y que la conformación del centro del campo es un problema no resuelto para y por Heynckes. Así, la capacidad de reacción se esperaba con ansiedad en München. Ganar al Schalke supone mantener la diferencia respecto al B. Dortmund (45 de 51 últimos puntos posibles) y reafirmar su poderío futbolístico. Esta vez sí Ribery tuvo una actuación digna de elogio, definible como acorde a sus características superlativas y añorada por tantos aficionados del Bayern. Y por el momento ha reportado una tarde plácida. Ahora bien, es significativa la suplencia de Kroos. Mucho además. Porque si hay un jugador en el cual Heynckes tiene depositadas esperanzas ilimitadas es el joven alemán. Porque siempre ha priorizado su presencia respecto a la de Müller, por ejemplo. Y éste fue titular, como MP, en la posición de Kroos y obligándole a ocupar el banquillo. De hecho no disputó ningún minuto del partido. Y, además, Luiz Gustavo, Alaba y Tymo ocuparon posiciones centrales, la segunda opción de Kroos. Pero para alguien sí fue positiva su presencia en el banco. Incluso inspiradora. Emre Can fue convocado, no fue el descarte y, siendo de 1994, ya empieza a tomar presencia en el primer equipo. Apunten ese nombre. No doubts.

3.       Napoli v Inter
Hablemos del Napoli. No hacerlo sería plasmar una situación depresiva. Cíclica. Estresante. Es una de las grandes decepciones de la Serie A este Napoli. Su aptitud auguraba que iba a ser un candidato sólido para el presente Scudetto. Todo lo contario. Las últimas cuatro victorias seguidas maquillan su posición en la clasificación (quintos) y delatan el buen momento de forma que atraviesan debido a que hay que sumar la victoria lograda en San Paolo v Chelsea. Y la lograda v Inter posee mérito porque se contaba con la ausencia de Hamsik. Optó Mazzarri por Dzemaili como su sustituto, estando E. Vargas en el banquillo a plena disposición. Todo hace indicar que le va a costar al chileno contar con minutos ya que el preparador italiano parece no conocer a la perfección sus características (no fue un fichaje solicitado por él). A su vez, el organigrama es claro y las permutas ya están establecidas. De una posible salida de Hamsik, Lavezzi y/o Cavani depende, en gran medida, el impacto que pueda llegar a ocasionar la joven perla procedente de Santiago de Chile. Por cierto, ¿acabará la temporada Claudio Ranieri en el banquillo interista?

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