domingo, 13 de enero de 2013

United in the city


Como todo se basa en la estrategia, buena parte de lo vislumbrado en Old Trafford se debe a los cambios realizados por ambos entrenadores sobre las variaciones primarias de los mismos. Esto es: Wisdom fue titular en el lateral derecho y Kagawa partía desde la banda izquierda, si bien su interacción se producía en el centro del campo dejando todo ese perfil para las subidas de Evra. Welbeck, por su parte, era el acompañante de Robin van Persie unos metros por detrás de él porque, según A. Ferguson, “we wanted someone who would drop on top of their centre-midfield player. He did that well and put in a great shift.” Y fruto de esta disposición fue el primer gol del Manchester United: Kagawa se centra en el perfil izquierdo del terreno de juego, Evra sube muchos metros y genera un centro al centro del área que remata RVP.
Rafael, el otro lateral, no estuvo tan pródigo en ataque porque A. Young era el que estaba a la altura del área rival. Esto permitía que el lateral estuviera fijando a Sterling y no se produjera ningún desajuste defensivo en la zona donde habitaba el extremo más habilidoso del Liverpool. Quizás por esto o influenciado en mayor porcentaje por la falta de posesión de balón, el conjunto visitante avanzaba la posición de sus interiores para presionar la salida de balón. Tanto J. Allen como S. Gerard realizaban esta función gracias a la presencia de L. Leiva en el centro del campo, como pivote posicional, que les proporcionaba esa libertad de movimientos tan importante para su idea de juego.
Todo lo contrario ocurrió una vez iniciado el segundo tiempo. La entrada de Sturridge por Leiva eliminaba un efectivo en la zona central del terreno de juego y la pareja Gerard – Allen debía realizar más tareas defensivas que les impedían descolgarse con mayor asiduidad. Era Luis Suárez el que permutaba como mediapunta con Sturridge como “9”. Esta ubicación se debe al contexto del partido, con un resultado negativo en el marcador y necesidad imperante de anotar al menos un gol, por lo que no se puede afirmar todavía que el fichaje llamado a complementarse con el mejor jugador de la plantilla posee un entendimiento pleno y óptimo para el equipo. Sí es cierto que es necesario para restar dependencia sobre Suárez, como se puede ver en su ratio de goles, sus “key passes” por partido y sus “dribbles” en jugadas individuales por escasez de apoyos.
Comparativa RVP - L. Suárez

La incógnita reside en saber cómo ubicará B. Rodgers a los dos cuando coincidan en el “XI” de inicio ya que, obviamente, no se va a optar por el mismo esquema exhibida en la segunda parte de este partido debido a la falta de un pivote posicional... y todo lo que ello conlleva.
Precisamente por esto tanto Carrick como Cleverley, pareja de mediocentros que mejor se complementa, pudieron realizar conducciones con balón más cerca de la portería rival. La ubicación de Gerard y Allen y la confección del centro del campo con ellos generaba muchos espacios en ¾ de campo a sus espaldas. Era un riesgo ha experimentar por el transcurso del partido. Era un riesgo que exponenciaba, aún más, la importancia de Leiva en el entramado zonal del Liverpool.
Las intenciones de A. Ferguson de cara a este partido eran claras: “I'm quite happy to play badly and win this one! Last year we outplayed them in the FA Cup game at Anfield and lost 2-1. You sit there at the end of the game and say to yourself: How did that happen?” A pesar de ello, su equipo fue superior desde el primer minuto. Tuvo más el balón y el protagonismo le fue propio por el planteamiento ambicioso y basado en la generación de juego a partir del balón. De esta manera evitaba que su rival pudiera interactuar con él y, así, anulaba todas sus principales aptitudes futbolísticas. Sorprendió (negativamente) por este detalle el Liverpool: por no ser capaz de imponer su juego cuando el rival sólo contaba con dos jugadores en el centro del campo. El Manchester, a su vez, ha mostrado y demostrado superioridad a partir del balón y generación de juego en el primer tiempo y planteamiento defensivo en el segundo. Lo cual califica al equipo como eficiente.


Con Arteta lesionado. Así afrontaba el partido el Arsenal. Era la única baja para presentar, again, ese “XI” que parece dar suficientes garantías a A. Wenger. Diaby fue el encargado de acompañar a Wilshere en la zona central, volviendo de lesión y datando su último partido jugado a 29.09.12 (v Chelsea). Y, quizás, esa ausencia fuera más importante para el conjunto local que la de Agüero (lesión) y Y. Touré (African Nations Championship) para el Manchester City. Difícil valorarlo porque, con tan solo 9 minutos jugados, Koscielny decidió erradicar toda opción fiable para su equipo de conseguir los tres puntos. Su penaltie, su expulsión y las consecuencias derivadas de esa jugada tuvieron una repercusión capital en el partido. A pesar de que erró Dzeko la oportunidad de situar un escenario casi definitivo, lo planteado por ambos equipo se volatilizaba de manera inmediata.
4.4.1 de Arsenal tras expulsión

Javi García fue el sustituto de Y. Touré y junto a Barry eran los denominados para minimizar las conexiones en el centro del campo por parte del Arsenal. Era de elevado interés vislumbrar cómo iba a jugar el equipo de Manchester el primer partido en Premier League sin uno de sus jugadores diferenciales. Debido a lo mencionado no se puede aportar una opinión fundamentada.
Decidió Wenger situar a su equipo en un 4.4.1 tras la expulsión dejando a Walcott como referencia y único miembro en ataque. La segunda línea de cuatro hombres estaba formada por Podolski, Diaby, Wilshere y Cazorla; teniendo como función principal la basculación y recuperación de balón en campo propio. Porque no podían subir su posición (lógico) y esto permitió que tanto Barry como J. García recibieran el balón en campo contrario y sin oposición. La inferioridad numérica ayudaba a ello.
J. García y Barry sin marca fija

Ahora bien, la intensidad del ManCity a la hora de recuperar el balón fue de las mejores que se recuerdan. Y es más elogiable al tener ventaja en el marcador y un hombre más. Esa ambición por poseer el balón y adelantar líneas de presión para conseguirlo sorprendió porque no era algo implícitamente necesario y por desconocido hasta el momento.
De esta manera el conjunto visitante rompió una racha de 5 partidos seguidos sin anotar un gol en el Emirates Stadium y ganó por primera vez en competición nacional desde el 04.10.1975 en campo del Arsenal. Aquella vez fue en el ya extinto Highbury y el torneo no era denominado todavía como Premier League. 

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