sábado, 9 de marzo de 2013

Pases para transitar


El juego al primer toque en el fútbol es algo extraordinario. Cuando se alcanza la máxima expresión estética en esta faceta los dibujos que traza el balón se ubican cerca de la armonía. Porque, sin ningún tipo de duda al respecto, la esencia del juego reside en la velocidad. Tanto en la mental como en la mecánica, la que lleva a actuar. En pocas ocasiones se vislumbra un ejemplo de combinación al primer toque con alto grado de efectividad. Ello se debe, obviamente, a la complejidad del asunto. Pero, también, a la conceptualización que realiza cada equipo para conseguir lo que todos anhelan: la victoria. Así, la manera de jugar de cada equipo, o la filosofía desplegada en el terreno de juego, es un factor determinante para entender los porcentajes que posee cada entidad para realizar algo tan óptimo y estilístico como las transiciones a un toque.

Primer pase

Con motivo del Schalke v B. Dortmund se ha tenido la oportunidad de vislumbrar un acontecimiento de máxima estimulación. La perfección en la consecución de la acción se ha visto magnificada por el acierto último, por la consecución del objetivo final. El gol de Lewandowski se define como una concatenación de pensamientos en décimas de segundo, transmisión a los pies de lo imaginado y realización adecuada al entrar en contacto con el balón.

Segundo pase

En tres tomas, en tres pases, el conjunto de J. Klopp ha sido capaz de circular el balón desde el centro del campo al área rival. Todo en movimiento. Todo en transición. La jugada interpreta lo bello al aunar las variantes de la paleta transitoria. Fugaz.

Tercer pase

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