A veces cuando apuestas a rojo juegas con el destino, el azar decide y tú simplemente observas. Más o menos es lo que le ha sucedido a Luis Suárez. Tras obtener éxito apostando al azul (Uruguay) y ser reconocido por muchos como la nueva promesa emergente del fútbol uruguayo, eclipsando por momentos a uno de los más grandes de su país, Diego Forlán; este muchacho de tan solo 23 años ve convertido uno de sus deseos hecho realidad al ser partícipe, y de qué manera, de que su actual club, Amsterdamsche Football Club Ajax, sea el único representante holandés en la UEFA Champions League 2010-2011 junto con FC Twente. Su aportación futbolística, tanto en goles como en lo que a juego se refiere, es un activo al alza de dicho club que, sin lugar a dudas, utilizará la próxima temporada.
Pero no todo el mérito repercute en una sola persona, aunque sea la cabeza visible del proyecto de Martin Jol. Jugadores como su compatriota Lodeiro, El Hamdaoui, Sulejmani, Aissati, Emanuelson, Anita, van der Wiel o Stekelenburg reflejan el nivel de la actual plantilla del conjunto holandés y del potencial, unido a la aspiraciones ligueras y coperas, que tiene a su disposición el entrenador que ve reflejado su espina clavada obtenida por tierras inglesas en su pasada época Spur.
Resulta llamativa y excitante la clasificación de este combinado debido a su largo periplo fuera de la máxima competición europea y a la oportunidad de ver en acción a dichos jugadores de primer nivel exigiéndoles cotas mayores. No obstante, se habla de un club poseedor de cuatro trofeos europeos, uno más que el FC Barcelona, y precursor de tantos futbolistas inolvidables como Johan Cruyff, Neeskens, Rinus Michels o van Basten y Bergkamp. En definitiva, un grande con mayúsculas ha vuelto a la primera línea de actuación europea. Y quieren quedarse.
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