En la previa de un partido contra Manchester United de FA Cup. Ni siquiera se espera a la disputa del mismo o se precipitan los acontecimientos para poder preparar el choque de manera adecuada. Éstas han sido las formas mediante las cuales Roy Hodgson ha terminado su aventura en Liverpool, tratándose de un buen síntoma para analizar la situación caótica, tanto institucional como deportiva, que acontece por tierras inglesas.
- Comparativas siempre ventajistas
Resultando evidente que las comparaciones con entrenadores previos siempre son dignas de análisis, en este caso Rafael Benítez es el principal “vencedor” del cruce de datos con una estadística sorprendente y aplastante: en seis años ganó el 55% de los partidos disputados ante el 35% obtenido en seis meses de cargo por parte del ya destituido Roy Hogdson. Ha disputado la totalidad de 31 partidos oficiales con el balance de 13 escasas victorias, 9 derrotas y 9 empates.
Los resultados se mantienen como prefijados: posición 12º en Premier League y disputa de los dieciseisavos de final en la Uefa Europa League ante Sparta Praga. Eso sí, la eliminación escandalosa en FA Cup supuso un punto de inflexión en la confianza sobre un técnico nuevo, experimentado (63 años) y con falta de liderazgo.
- Aceptación mediática
"This is the biggest job in club football and I'm honoured to be taking on the role of manager of Britain's most successful football club. I look forward to meeting the players and the supporters and getting down to work at Melwood”. Con estas palabras se presentaba en sociedad el sucesor de Rafael Benítez, “the Liverpool hero”, y postulaba su deseo de alcanzar cotas superiores a las ya logradas con su anterior entidad: Fulham. Muchos expresaron que no se trataba de un técnico de perfil alto capacitado para comandar un nuevo proyecto tras un ciclo cerrado y añorado, mas esa final de Uefa Europa League disputada le supuso un reconocimiento general y un billete directo para Anfield.
- Jugadores y nombres
Con todo y con ello, la confección de la plantilla es el principal déficit que posee la entidad inglesa debido a que nombres como Aquilani no pertenecen de oportunidades (cedido a Juventus) y fichajes como Konchesky ya se han definido como fiascos y ruinas económicas y deportivas. A ello, el mal estado de forma de su delantero estrella (Fernando Torres) y la irregularidad de su capitán Gerrard le han supuesto un bajón de competitividad y nivel pronunciado hasta ser merecedores del cartel de “team down”. Los Cole, Meireles, Ngog y Kuyt no son jugadores diferenciales ni están preparados para asumir un rol más allá del propio de complementación a una plantilla asidua a altibajos notables en cuanto a rendimiento y resultado.
- Dalglish, welcome back
Sin lugar a dudas la opción de Dalglish es totalmente temporal y ya se rumorea con posibles sustitutos de cara al verano destacando dos personalidades concretas: Vilas-Boas y Klopp. Los dos poseen ambición y capacidad definitiva para asumir un nuevo proyecto a largo plazo mas, siendo objetivos y analizando fríamente, las plantillas de sus combinados (Oporto y B. Dortmund respectivamente) son más fuertes y presencian un momento de éxito deportivo. Aún así, Liverpool siempre es una plaza apetecible y el reto de ser el encargado de resurgir a un mítico del futbol británico puede ser un objetivo difícil de rechazar. Los acontecimientos se sucederán y en buena medida de ello dependerá el verano que viene. Bajas y altas, ilusión o desesperación… la situación de los “reds” es pura idiosincrasia del fútbol internacional.
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