El buen estado de forma de BVB no es fruto de la casualidad. Su juego, siendo vistoso y atractivo, es el principal argumento explicativo y organizativo de una entidad que vislumbra atisbos de gloria. A pesar de ello, la formación de este conjunto joven comenzó hace meses.
La temporada pasada Klopp apostó por un joven que destacaba en la selección alemana sub-17 que conquistó en 2009 el Europeo. Götze, mediapunta técnico, posee como la capacidad de definir el ritmo del partido a su antojo. Estando en un proceso de formación, su progresión se ve reforzada al compartir minutos en la zona ancha del campo con un Sahin que ejerce de dirigente y un Kagawa sensacional en la finalización.
Así, la presencia de Pisczcek por la lesión de Owomoyela y los goles de Lucas Barrios confirman el peligro real de un conjunto alemán que reparte más del 90% de minutos disputados en la totalidad de 14 jugadores, cantidad que se presume como ínfima debido a la escasez de rotaciones por parte de un técnico que se argumenta en el triplete de Mourinho la temporada anterior y los dos títulos logrados por Van Gaal, que bien pudieron ser tres.
Aún con ello, las lesiones de Tamas Hajnal (dos esta temporada), Sebastian Kehl (dos meses de baja), Owomoyela (tendón de Aquiles), Zidan (ligamentos de la rodila en abril) y Kringe (rotura de metatarso); no favorecen a unas posibles rotaciones. De lo que no cabe duda es de que plantilla existe y, en totalidad de recursos, el nivel de BVB se presume como superior.
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