miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿Otro Ibra?


Cuando los especialistas del fútbol internacional no poseen una noción común en cuanto al rendimiento de un jugador de 24 años que juega una liga inferior significa que no se trata de un profesional diferencial. Si a ello se le añade que se habla del nuevo fichaje invernal del F.C. Barcelona se incrementan las dudas.
- Consecuencias de su fichaje
Ibrahim Afellay va a formar parte de la primera plantilla del equipo dirigido por Josep Guardiola con la duda de si ocupará una posición en la delantera o en la zona ancha del terreno de juego. Siendo capaz de jugar en la posición de “7” y “11”, su posición habitual en su club de procedencia, PSV, es la de mediapunta, posición inexistente en el esquema 4-3-3 blaugrana. Aún con ello, y gracias a su polivalencia, Ibra se presume como el gran impedimento para que jugadores como Thiago Alcántara, Jonathan dos Santos y Nolito posean más minutos con el primer equipo. Los canteranos poseen la filosofía incorporada, los automatismos como propios y la inexperiencia en grandes citas como principal desventaja.

Su bajo coste de mercado (4 millones) es el principal aval de una operación que tiene como telón de fondo grandes fiascos (véase Albertini, Maxi López, ¿Pinto?). Es un recurso que dicho club no utilizaba desde la temporada 2007-2008 y supone una confirmación a las quejas del técnico en verano por el incumplimiento de los prometidos refuerzos (se hablaba de Cesc Fábregas).
- Competición
A partir de enero comienza la dureza de la temporada, se incrementa el ritmo de competición y los recursos se vislumbran escasos en una plantilla reducida confeccionada de tal manera debido a la capacidad del cuerpo técnico para manejar vestuarios cortos. Ibra tardará en acoplarse 100% a la dinámica del combinado catalán y ello supone que, en las citas importantes, no vaya a ser de la partida. Por ello, el interrogante que se plantea es el por qué de un refuerzo que está rodeado de escepticismo.

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