El partido estaba impregnado de una relevancia excesivamente
elevada. Consciente de ello, Wenger avisaba en la previa del posible ambiente
que se encontrarían sus pupilos en Francia. En el país del alsaciano. Porque,
como argumentaba, todo lo referente a Marseille está relacionado con el
Olympique. Porque el sentimiento de unión entre la afición y la entidad está
tan arraigado que la mística del entorno es superficial. Con todo y con ello la
disputa de los tres puntos era el principal objetivo, como en todos los
partidos, para conseguir, de manera directa, repercusiones positivas que
adopten nuevas vías de desarrollo en el Emirates.
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Las lesiones como compañeras de viaje
Una nueva lesión se produce en el seno del Arsenal. Ahora el
turno le ha tocado a Jenkinson, sustituto natural de Sagna, lo cual provoca
que: 1) Djourou se convierta en una opción real, con todo lo que eso conlleva.
2) Se empiecen a realizar probaturas con Coquellin en esa posición. 3) El
cuerpo médico y físico del Arsenal se ponga en duda, again. Lo cierto es que ya se ha perdido la cuenta. Más allá de lo
negativo, la realización del partido ha sido áspera, poco estimulante, nula en
cuanto a virtuosismo. Ante un rival que plantea partidos cerrados, basados en
el físico (aspecto que manejan a la perfección) y trabados la fluidez en la
zona media no ha sido óptima. Por momentos se ha visto a Rosicky actuar en una posición
más adelantada que la del doble pivote formado por Arteta y Song, siendo esta
variante ya habitual. Con la salida de Ramsey se ha acentuado más este evento
y, curiosamente, el gol final del triunfo ha sido del antes mencionado tras un
fallo en la marca de la zaga defensiva francesa. Una vez más la llegada libre
de marca desde la segunda línea reporta máximos beneficios al Arsenal. Y es que
mencionar tal circunstancia hace recordar, inmediatamente, los tiempos (no tan
lejanos) en los que un chico con el número cuatro a la espalda realizaba esas
permutas a la perfección.
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Continuidad
Mucho se ha hablado de la importancia de la renovación de
Vermaelen atendiendo al contexto que parece haberse instaurado de entidad
frágil en cuanto a la capacidad para mantener a los principales activos. Se ha
relacionado con la situación de Van Persie. Y Wenger, sensato en el discurso,
aprovecha la extensión del contrato del belga para afirmar y reafirmar que la
continuidad en el proyecto, el cual dura más de catorce años, está vigente y
sin fisuras. No en vano varios jugadores son partícipes de declaraciones en las
que dejan ver su interés por recalar en la entidad del Emirates. Se pueden
tomar estos detalles como aspectos positivos de cara al futuro más cercano del
Arsenal. No obstante, nadie pone en duda que los siete puntos logrados en tres
jornadas en la UEFA Champions League sirven para definir y reconducir, a su
vez, lo exhibido en la Premier League. Se utiliza cual bálsamo curativo,
regenerativo. Probablemente lo implantado con anterioridad perdure como algo
innato. Ésa es la asistencia primitiva. Ésa es la circunstancia vital.
Artículo publicado en Fútbol Británico: http://futbolbritanico.com/2011/10/balsamo-regenerativo/
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