No ha lugar a dudas: se trata de “a massive win”. La celebración
de Mancini tras el gol de Agüero superados los 90’ de juego reglamentarios así
lo estipulan. Es el indicativo idóneo para ser conscientes de lo que suponen
los tres puntos conseguidos. Y es que, a
pesar de los obstáculos, el conjunto de Manchester depende exclusivamente de
sus resultados para ser partícipes de los Octavos de Final de la UEFA Champions
League. Disputadas las primeras tres jornadas de la fase de grupos el balance
es positivo en ciertos aspectos y contradictorios en ocasiones. Quizás, en
partidos como el presente, se esté empezando a instar lo venidero.
- Apuestas acorde a la importancia
Para ambos equipos, relegados a posiciones inhábiles en la
previa del encuentro, el mismo era importante. Casi decisivo. Y como tal lo
entendieron sus respectivos entrenadores. Garrido sabía que estaba ante la
¿única? opción restante y optó por un 4-2-3-1 con Bruno como único pivote. La postura
era ofensiva. La novedad mayúscula. Porque la inclusión de jugadores de corte
defensivo en la zona media era un hábito hasta el momento. Porque de inicio
eran ¡CUATRO! jugadores los encargados de llevar el peso ofensivo del equipo
con la aportación momentánea de Borja Valero en dicha fase. Ahora bien, si hay
que destacar y elogiar un aspecto en la figura de Roberto Mancini no es otro
que su capacidad para mantener, en más del 84% de la temporada, el esquema
acorde a la función de los jugadores expuestos a escena. Ante la baja, circunstancial
por precaución, de Agüero fue Adam Johnson el jugador que partía como extremo,
lo cual aportaba a Silva una función despejada de mediapunta detrás de Dzeko,
la referencia ofensiva. La libertad del español era absoluta y la intención clarividente:
atacar con Kolarov y Adam Johnson partiendo desde las bandas y conseguir
superioridades con el toque de Silva y Nasri en zonas centrales. En varios
momentos del choque se consiguió…hasta que volvimos a ver la versión más infame
del preparador italiano.
- Retorno a lo avieso
Tanto v Napoli como v Villarreal la superioridad del ManCity
no ha sido sólo manifiesta, sino también palpable. Por ello era sorprendente el
empate final y el actual hasta entrado el 40’. Cierto es que la actuación durante
el segundo periodo fue equitativa e igualada, mas estuvo condicionado por el
mal partido de Silva (el peor de esta temporada 2011/2012) y la falta de
acierto en los metros finales de Dzeko. La explicación lógica a retirar a Adam
Johnson antes del 40’ (0-1 en el marcador) no existe. La cara de incredulidad
del propio jugador es esclarecedora. Gran parte del crédito que se ha de
retirar a Mancini se ha visto reducido por la victoria final. Gran parte de las
críticas a realizarse sobre su figura serán minimizadas por el resultado. Pero,
en vísperas de un partido difícilmente adjetivable (v Manchester United), la sensación
de retorno a lo avieso está presente. Cuesta mucho desprenderse de una etiqueta
establecida con anterioridad. El evento exhibido provoca que se vuelva a dudar
del manejo y administración del principal actor en la ciudad. Suerte que un
hombre de 23 años fluyó dentro del área y empujó, a la red, el único elemento
que decide el futuro de una entidad.
Artículo publicado en Fútbol Británico: http://futbolbritanico.com/2011/10/a-massive-win/
No hay comentarios:
Publicar un comentario