domingo, 23 de octubre de 2011

Modern history writing


Era el partido. Era todo lo que los aficionados al fútbol en Manchester anhelaban. Era todo lo que los interrogantes establecidos en la Premier League necesitaba para despejarlas y redefinirlas. Sin ningún tipo de duda el choque entre Manchester United y Manchester City va a derivar excesivas consecuencias. Y es que, a buena fe, lo vislumbrado esta tarde en Old Trafford rinde homenaje perenne a su denominación más arraigada: theatre of dreams.

-          Evans y su influencia directa
El detalle determinante con el que Alex Ferguson va a remitir sus reticencias a la victoria del rival se basa en la expulsión (merecida) de Evans al empezar la segunda parte del encuentro. Hasta el momento el resultado era ajustado (0-1) y la capacidad de ambos para conseguir ganar el partido estaba presente. Y es que no se puede realizar ningún tipo de análisis si no se atiende a este hecho diferencial. Es lo que condiciona todo. Se trata del evento que marca la pauta a seguir a lo largo de los siguientes 40 minutos de juego. Con todo y con ello hay muchos debates generados y muchos interrogantes, si bien la gran mayoría de los ya establecidos se han resuelto para teorizar sobre lo que puede deparar los siguientes meses de competición. Obviamente, tras lo abultado y vistoso del resultado, las derivaciones negativas serán permanentes en el seno del Manchester United. De la capacidad de mantener tanto el nivel como la organización demostrada al inicio de la temporada emanan las principales aportaciones necesarias para minimizar lo acontecido.

-          Balotelli. Silva.
Tan distintos y tan parecidos. Balotelli y Silva son dos de los nombres propios de esta cita. Ha quedado demostrado, incluso para su propia mentalidad, que el joven díscolo Mario Balotelli rebosa talento, posee unas características innatas para el desarrollo del fútbol y, por consiguiente, puede ser uno de los delanteros referencia en la próxima década. Pero los halagos no provienen tras la actuación en tal partido señalado sino que desde el inicio de su carrera profesional se vislumbraba un potencial fuera de lo normal. Ahora bien, la incógnita planteada por el mismo jugador tras anotar su primer gol (Why always me?) es un claro ejemplo de los aspectos más influyentes en su desarrollo y comprensión. La falta de asesoramiento quizás, su inmadurez acorde a la edad, la situación inusual que vive con tan corta experiencia… es difícil afirmar cuál es el mal endémico que mina la consistencia y regularidad del ganador del premio Golden Boy 2010. Si bien contrasta por completo con la otra figura a estudiar. David Silva, probablemente el jugador más determinante en ¾ de campo existente en el panorama internacional. Por todos es sabido su influencia directa sobre el rendimiento del Manchester City pero es ante exhibiciones especiales y señaladas como las de esta tarde cuando uno, de forma rotunda, insiste en mencionar la incidencia de Silva. Maneja los tiempos con y sin balón como el mejor Andrés (Iniesta) y el mejor Xavi (Hernández). Nadie se le asemeja. Quizás para algunos exagere pero me baso en sus actuaciones. La jugada del segundo gol  es una exhibición de su lectura de juego. Además, aporta al colectivo anotando un gol definiendo ante David de Gea. Conjuntamente regala a los aficionados un pase/asistencia desde su propio campo que otorga el ¡SEXTO! gol de su equipo. Los calificativos para el joven canario tienden a extinguirse. Es, abusivamente, superior. Es TOP.

-          Secuelas a vislumbrar
En apenas dos meses la entidad del Manchester United ha experimentado la sensación de realizar una presentación espectacular v Arsenal en feudo propio (8-2) y el estremecimiento tras encajar un rotundo correctivo v Manchester City en feudo propio (1-6). Precisamente la figura del rival es lo que más daño causa. La hegemonía implantada por Ferguson desde su llegada parece tambalearse, si bien en Agosto consiguió recuperar territorio perdido al cosechar una victoria de altura con una remontada recordada hoy día. Porque la goleada admite connotaciones. La elevada cifra de goles encajados no se debe a una mala actuación del portero, ni a un despropósito a lo largo de los 90 minutos de juego. El hecho de jugar con un hombre menos y no renunciar a conseguir, al menos, un empate con 0-2 en el marcador ha decantado, en cierta medida, que los espacios defensivos fueron mayores, que el rival consiguiera varios goles al contraataque e, incluso, que con 0-3 en el minuto 82 se otorgaran ínfimas esperanzas tras el gol(azo) de Fletcher. Las matizaciones son oportunas y necesarias. Lo que no puede negarse es que el tan criticado Roberto Mancini posee un grado de influencia sobre la situación reinante en Manchester City. Puede que la contundencia y lo mostrado aporte nuevas vías de actuación en el futuro cercano. Muchas preguntas han obtenido respuesta con este partido. Sin embargo, otras muchas consultas se realizan derivadas de ellas mismas. Nunca antes el fútbol tuvo un ejemplo tan clarividente de sus ingredientes: tensión, pasión, espectáculo, transcendencia… categoría.

Artículo publicado en Fútbol Británico: http://futbolbritanico.com/2011/10/modern-history-writing/

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