jueves, 17 de marzo de 2011

Abramovich inquieto en su asiento


El resultado es engañoso y el planteamiento del partido fue el adecuado. Siendo partícipe de las mejores ocasiones de gol, lo único que provocó que el Chelsea no ganara su duelo de vuelta ante el combinado danés fue la falta de acierto de cara a gol en los últimos metros. De la mano de Anelka, again, el ataque blue fue determinante imprimiendo diagonales y ritmo al partido en pos de una evidente falta de creación de juego. El único que es capaz de retener la pelota en los pies con criterio futbolístico en Frank Lampard y por ello se esperaba la participación, durante algunos minutos, del joven McEachram para ser testigos de su formación como futbolista de primer nivel. El jugador de la cantera más prometedor y apto no cuenta con el beneplácito expreso de Ancelotti viéndose su equipo influenciado por ello hasta tal punto de colocar a Ramires en la banda derecha sin ningún tipo de rigor táctico.

Y es que el cambio de sistema implantado, 4-4-2, se ha producido por la llegada invernal de Fernando Torres, provocando que el hasta hace poco indiscutible Didier Drogba tenga que demostrar en cada minuto de juego que posee calidad y rendimiento para ser titular en este Chelsea cuando, paradójicamente, debería de ser al revés debido a que se trata de una incorporación. Con todo y con ello la efectividad del español es nula y el tiempo de adaptación que está experimentando puede repercutir en una eliminación europea tanto en puestos en la Premier League como en la participación de la UEFA Champions League.
Bien es cierto que siempre que se posee una renta tan amplia como la cosechada en Dinamarca el equipo puede dejarse llevar y cumplimentar con un trámite sin exceso de actitud y derroche físico mas las incorporaciones en el “XI” como las de Zhirkov, el cual realizó 10km, han supuesto que la entidad inglesa fuera dueña del partido en todo momento y el aficionado vislumbrara un encuentro digno de la máxima competición europea.
Los cambios a lo largo del partido tuvieron una clara incidencia deportiva sobre el encuentro a disputar en la Premier League ante el Manchester City y los reservados en primera instancia como Fernando Torres, Essien y Malouda dispusieron de algunos minutos para coger ritmo y mantener la forma física. El objetivo esta temporada es entrar en el Top Four de la competición domestica e intentar evitar al FC Barcelona en la UEFA Champions League para seguir soñando con conquistar el título que Roman Abramovich lleva esperando desde su desembarco en Londres hace ya siete años. Quién sabe si esta temporada, la menos halagüeña a estas alturas en referencia a títulos, es la elegida para que el gigante ruso vea cumplido su fantasía futbolística. 

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