martes, 12 de abril de 2011

It's time to thinking about future


Llegados a este punto muchos se plantean: ¿qué hacemos ahora? Esta vez no fue en la Final ni en las SemiFinales, el Manchester United ha impedido que el Chelsea esté entre los cuatro mejores equipos de Europa, como viene siendo habitual a lo largo del último lustro. Y ello es llamativo si se analiza el juego desplegado por los blues en la competición que se presuponía como la deseada e idónea para sus características: UEFA Champions League. Por momentos, y en según qué jugadores, se vio cierta apatía en el terreno de juego, desidia a la hora de realizar esfuerzos y falta de cohesión colectiva.
Una vez más Roman ve como su empire no es capaz de brindarle su objeto de deseo más codiciado, y ya suman siete temporadas consecutivas. Muchos millones ¿invertidos? por el camino pero parece ser que del montante total 30 (aprox) poseen la culpa de varios problemas actuales. Ellos corresponden al despido de Jose Mourinho, técnico que dejó como herencia una plantilla potente que, a posteriori, llegó a disputar la Final de esta competición de infausto recuerdo para todos los aficionados del conjunto londinense. Y resulta curioso que esa herencia todavía hoy se mantiene figurada en la denominada columna vertebral conformada por John Terry-Frank Lampard-Didier Drogba.
Fue precisamente el primero el que, tras la marcha de su idolatrado ex entrenador, afirmó que el club no dependía del entrenador debido a que lo dirigían los tres mencionados, y varias campañas después así sigue siendo. Obviamente, por el paso del tiempo, el rendimiento ha disminuido y las opciones a campeonar ya son nulas en la presente campaña. Quizás por ello sea el momento idóneo para planificar el Chelsea 2011/2012 teniendo como principales referencias a dos rookies de este año: David Luiz y Fernando Torres. La rumorología apunta a que Roman ha comentado enpetit comité que ha mantenido conversaciones con el español para reafirmar su apoyo en su persona y confirmarle que así será, que el Chelsea de la siguiente temporada estará configurado en torno a su persona y las opciones reales a conquistar todo tipo de títulos serán elevadas. Todo ello, como es lógico, se resolverá en el mercado de verano.
Eso sí, antes de incorporar nuevas piezas para el nuevo puzle hace falta vender a jugadores que superan la treintena y poseen elevados salarios, por no mencionar la tarea fundamental de conceder el proyecto deportivo a un entrenador ganador y reputado. Quizás, ahí, gane peso la figura de Rafael Benítez.
Más llamativo aún es que, en una temporada llamada a ser de tránsito, el Manchester United compita durante el mes de Abril en tres competiciones distintas. Para más inri, es líder en la Premier League, SemiFinalista de la UEFA Champions League y SemiFinalista de la FA Cup. Las opciones a conquistar un título son elevadas y a partir de ahí la competitividad de este equipo puede provocar que lo inesperado se convierta en realidad.
Si se hace caso a los tabloides ingleses muchos jugadores abandonarán el club este verano y otros tantos serán nuevas incorporaciones (véase David de Gea), siendo todos profesionales con un perfil de escasa edad pero experimentados y preparados para jugar en el club que, de ganar la presente edición de la Premier League, sería el más laureado de toda Inglaterra. Lo evidente es que Sir Alex Fergurson está sorprendiendo a propios y extraños otro año más y ha provocado que una plantilla escasa en talento y jugadores diferenciales donde apoyarse sea reconocida en toda Europa a pesar de su juego tan camaleónico.
Y es en este aspecto donde se produce el debate acerca del estilo de juego del Manchester United en la presente temporada. Las alienaciones del escocés en la competición internacional suelen seguir el patrón del 4-5-1 con fuerte presencia de jugadores en el centro del campo para anular todo tipo de elaboración y creación de jugadas de peligro por parte del rival. Ahora bien, en la ronda de Cuartos de Final v Chelsea sorprendió incorporando en ambos partidos un 4-4-2 con dos delanteros claros como Rooney y Javier Chicharito Hernández. El resultado es inmejorable y la gestión de los recursos de la plantilla palpables.
Pero no sólo ha tenido cambios ofensivos en su haber. Un buen ejemplo de ello es la eliminatoria de FA Cup v Arsenal en la que hasta ¡SIETE! jugadores eran de corte defensivo, jugando además en Old Trafford y planteando un partido al contraataque y de clara renuncia a la posesión de balón. Obviamente, ese partido acabó ganándolo el ManU. Quizás sea la temporada en la que más registrados se han visto por parte de Fergurson, favorecido en parte por la morfología de sus jugadores, teniendo (hasta el momento) éxito en todas las ocasiones y fabricando temor en el rival precisamente por su imprevisibilidad a la hora de afrontar y preparar un encuentro decisivo.
Todo lo contrario que Carlo, superado por las circunstancias y culpable de los bandazos del equipo en clara alusión a la gestión de Fernando Torres, Didier Drogba, Anelka, Malouda y McEachram (entre otros). El periplo llega a su fin y, tras un doblete en su primera temporada al frente del Chelsea, el italiano ve cómo ha mantenido su cargo hasta el mes decisivo de Abril por la única vía posible de salvación que le quedaba. Y no es otra que la competición que, a partir de esta noche, no volverá a disputarla con The Roman’s Empire.

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