viernes, 29 de abril de 2011

Te sonrojas…pero ante el mejor


Lo del Oporto no puede sorprender a nadie. A estas alturas de la temporada, donde se juegan todos los títulos y fases finales, el rendimiento de los pupilos de André Villas-Boas es inmejorable. Sabedores de su potencial y nivel, sustentan un ritmo de partido alto basándose en su poderío físico, cualidad que les favorece en exceso en los tramos finales de cada encuentro. De tal manera han (casi) sentenciado unas SemiFinales de UEFA Europa League en el partido de Ida, ante su afición, y goleando al rival que más se le asemejaba en favoritismo: el Villarreal. La consecución de tres títulos en la primera temporada en el banquillo al completo de ésta para el joven entrenador portugués son un claro síntoma de que la plantilla es abusivamente superior, su nivel es de “Champions” y en momentos clave saben responder. Para muchos el recuerdo puede basarse en el partido v Villarreal mas la victoria v Benfica por 1-3, como visitantes, y remontando una eliminatoria adversa es el claro ejemplo de lo que pueden llegar a conseguir la temporada próxima…siempre y cuando se mantenga al completo la estructura deportiva reinante.
Bien es cierto que esta abultada victoria es mérito del Oporto, no pudiendo establecer que el planteamiento del Villarreal fuera erróneo o inferior. Todo lo contrario. El primer tiempo fue exclusivo del conjunto amarillo y la novedad residió en el cambio de esquema implantado por Garrido: del 4-4-2 se pasó al 4-2-3-1. La inclusión en la zona media del terreno de juego de Cazorla produjo que Cani jugara como falso interior izquierda y optara por jugar con el balón en fase ofensiva en la demarcación propia del MP. Así, resultando lo siguiente una variante desequilibrante, Nilmar jugó la totalidad del encuentro escorado en la banda derecha para: 1) Aprovechar su velocidad y desborde. 2) Poseer espacios que no se encontrarían en la zona media del ataque. Como se vio fue una buena elección y el resultado óptimo: el primer y único gol del Villarreal llega por esa banda tras centro del propio Nilmar. Eran variaciones posicionales, que no de hombres, exclusivas para ese partido. Los desajustes defensivos en la zaga portuguesa eran una constante y todo ello generaba que Rossi fuera la única referencia ofensiva. Se planteaba mucha movilidad en tres cuartos y rapidez con Nilmar. Este planteamiento versátil fue digno de elogio y dio sus frutos durante toda la primera parte. Sin lugar a dudas la figura que destacaba era la de Borja Valero: determinaba el ritmo y equilibraba al equipo.
Pero, como es de esperar en grandes clubs, el Oporto reaccionó tras el descanso y con un marcador adverso. Guarín, el gran señalado por su escaso rendimiento en la primera mitad, fue superior en el centro del campo a Valero (sustituido), Cazorla y Bruno. Anotó un tanto y realizó continuas permutas ofensivas y defensivas para ceder la posesión del balón a Moutinho, creador de todo lo referente al juego combinativo del Oporto. Si a ello se le suma que el marcador individual a Hulk, escorado en banda derecha, era el propio de Catalá se entiende que Falcao brillara en la finalización. Los desajustes defensivos en la zaga española siempre procedían por desbordes previos de Hulk y la referencia ofensiva, como estilete único, realizó a la perfección permutas entre los centrales para llegar libre de marca a varios centros que, a posteriori, fueron el principal problema para unos y la virtud para otros. La lectura o evidencia es que el físico pudo con el Villarreal y las variaciones tácticas del Oporto decantaron la eliminatoria. El segundo periodo del encuentro puede que sea, de largo, la mejor exhibición en Europa vista a lo largo de esta temporada. Y no debería sorprender que fuera en Do Dragao.

No hay comentarios:

Publicar un comentario