La tesitura más calamitosa, la cual nadie quería postular en
la previa se ha presenciado como real. Y se evidencia como histórica. No ya por
la forma en que se ha producido sino por los efectos que conlleva tal evento
¿esperpéntico? Cierto es que ya no quedan indicios del buen comienzo de
temporada. Ni en lo referente a los resultados ni en lo que concierne al juego
desplegado. El cambio que se está gestando, de manera negativa, en el seno del
Manchester United es contraproducente. Si bien no es la primera vez que la
imagen del conjunto inglés sonroja a los propios aficionados, en esta ocasión no
se puede aludir, tan siquiera, al denominado gen competitivo. Es la primera vez en mucho tiempo que el azar le
es ajeno a los intereses de Alex Ferguson. No obstante, sobre las críticas
vertidas en base al juego exhibido, cabe recordar que la temporada pasada
disputaron la Final de la UEFA Champions League. ¿Memoria selectiva?
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Perspectiva íntegra
Puede que no sea el momento idóneo para que figuras tan
destacadas como la de Keane viertan opiniones condenatorias sobre el conjunto. Porque
la situación no sostiene más tensión procedente del exterior y porque, siendo
pragmáticos, lo necesario es revertir un escenario desconocido para muchos de
los integrantes de la entidad de Manchester. A lo largo del partido at Basel la
sensación de inferioridad se implementaba a través del dominio en la zona
central del conjunto local, la consiguiente incapacidad de los red devils y los continuos
desequilibrios en banda tanto de unos (Shaqiri) como de otros (Nani). Ambos se
han tornado en las figuras principales de un encuentro marcado por los errores
defensivos, el desacierto cara a gol de ambos conjunto y, como no podía ser de
otra manera, la evidente presencia efímera del ManU en el centro del campo. Y es
que, sin ningún tipo de duda, las bajas de Anderson y Cleverley se han
postulado con un impacto mayor al esperado. Mucho se ha criticado el
rendimiento del primero en varias ocasiones pero, a tenor de lo vislumbrado en
su ausencia, ahora sí se requiere su participación. Aún así, en un club como el
inglés, se prevé una capacidad de reacción suficiente y acorde a las
expectativas. Hoy, en el partido que definía la posición final, Jones (defensa
central) ha actuado de MC, Giggs permutaba por la zona central y Park era el
encargado de llegar con más libertad a portería contraria. De los tres
mencionados ninguno de ellos ha jugado en su posición natural, si bien sus
actuaciones siempre se evidencian como soluciones temporales. Quizás por ello
la falta de juego sea tan clarividente.
El futuro inmediato se empieza a concretar aceptando lo
acontecido. Tal vez por ello Alex Ferguson no ha implantado ningún tipo de
excusa a la hora de afirmar la eliminación de su equipo. "We had so much
possession of the ball and so many really good opportunities in the last
third of the field. Some of our play up to that point was very good but
you have to say we let ourselves down with the finishing past.” Esa
circunstancia, la del juego desplegado, no se corresponde en exceso con la
realidad. Ahora bien, un claro ejemplo de clarividencia es el discurso
realizado sobre la UEFA Europa League, competición que disputarán a partir del
próximo mes de Febrero: "The
Europa League is a competition I've never been in at United and it does
mean one thing - Sundays right through. Thursdays and Sundays. That's
got to be dealt with and it's not the best but that's our penalty for not
qualifying tonight.” Se necesita una evolución continua y óptima. El
contexto no es habitual. Lo desconocido, para algunos, es la cognición perfecta
para destacar.
Artículo publicado en Fútbol Británico: http://futbolbritanico.com/2011/12/evolve-to-survive/
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