Hey guy, what’s happen here? We are Manchester United, the fucking Manchester United!
Sin ser una frase implícita ni explícita, bien podría considerarse como el comienzo de un diálogo en las gradas de Old Trafford. La incredulidad se tornó como la sensación dominante a tenor de lo visto durante toda la primera mitad de encuentro. No sólo el ManU permitió que le empataran el partido, sino que el conjunto suizo fue capaz de anotar hasta ¡TRES! goles al conjunto que, hasta la segunda jornada de la UEFA Champions League, no había demostrado excesivas debilidades.
- Hábito indestructible
Si existe un hábito en Alex Fergurson en las rondas europeas es realizar varios cambios en el “XI”. Sorprendió, en exceso, la apuesta y el planteamiento llevados a cabo v Benfica que, a posteriori, le otorgó un empate. Si bien es cierto que en esta ocasión los mayores cambios se produjeron en la jornada de Premier League previa al partido de UCL, el “XI” puesto en escena ofrecía retoques y puntos destacables. Porque ante la ausencia de Rooney y Javier “Chicharito” Hernández fue Wellbeck el que formó en la punta del ataque junto a Giggs, ofreciendo éste su versión más ofensiva y versátil en ¾ de campo. Así, Berbatov vio (again) gran parte del partido desde el banquillo y Nani, el principal argumento ofensivo y diferencial de la plantilla, le acompañaba en tal situación. Pero más allá de los habituales cambios, necesarios por otra parte, lo que sí destaca en exceso es la debilidad demostrada por Ferdinand y Jones. Nunca hasta el momento se había presenciado tal evento y, por ello, se evidencia su incidencia negativa sobre el partido y, obviamente, resultado.
- Esencia ¿efímera?
La armonía en el juego, la rutina y la admirable marcha del equipo de Manchester se vio alterada por momentos. Puesto que la primera mitad fue acorde a lo estipulado, a priori, y esperado: dominio, ocasiones de gol, control del partido. Tal fue así que en tan sólo un margen de dos minutos Wellbeck anotó sendos tantos, produciendo una emoción de fiabilidad comparable a la ya exhibida en esta temporada. Es lógica que existan ciertas dudas sobre la capacidad de reacción de esta plantilla, son entendibles los interrogantes sobre el volumen de desarrollo de ciertos jugadores… mas todo ello confluye en que faltaban piezas importantes del entramado del ManU y, por consiguiente, se deriva de ello margen de mejora, confianza y ganas de vislumbrar cómo voltea la situación una entidad aclimatada al éxito. El gen competitivo perdura. Dos empates no son argumento para la incertidumbre.
Artículo publicado en Fútbol Británico: http://futbolbritanico.com/2011/09/el-gen-competitivo-perdura/
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