A través del análisis del mismo se postulan varias similitudes con el primer partido de esta fase de grupos. Lo cierto es que tras dos jornadas el Manchester City, uno de los participantes más potentes, sólo ha cosechado un empate. Quizás por ahí se pueda atacar la gestión de Mancini. Quizás, siendo objetivos, se deba expresar que en ambos partidos el juego fue distinto a lo que ha plasmado el marcador.
- De nuevo, lógica
Ya en el encuentro v Napoli se hablaba de una línea continuista en el “XI”. Tal es así que sólo se produjo una novedad: la entrada de K. Touré en la zaga defensiva. El resto: lo conocido. Y es destacable. Porque Mancini mantiene un bloque que le está dando resultados en este inicio de temporada, porque la capacidad de combinación que posee el club inglés con Silva en el terreno de juego es difícilmente inigualable, porque existe la sensación de que se sigue un patrón establecido que aporta al colectivo seriedad y responsabilidad. De tal manera, no sólo fue un partido parejo con el club alemán que comanda la Bundesliga y es, ahora en Septiembre, uno de los cinco equipos más en forma del planeta futbolístico; sino que, unido a todo ello, resalta la habilidad de este conjunto perenne en experiencia europea para competir con los mejores. En ningún momento de la primera parte existió la percepción de inferioridad respecto al Bayern München. Es más, en los primeros 24 minutos de juego Boateng comete dos penalties indiscutibles no señalados, lo cual evidencia la presencia del ManCity en el área rival. Ahora bien, ello no puede servir de excusa para justificar una derrota, preocupante derrota por el puntaje reinante, y sí es necesario solucionar los desencuentros que, como consecuencia directa, han derivado de este partido.
- Sustituciones, incomparecencias… declaraciones
Mucho sorprendió en el segundo periodo que Tévez no fuera una opción de recambio, a tenor del resultado negativo presente; y que De Jong fuera el encargado de sentar a Dzeko con más de 30 minutos por jugar y la necesidad de voltear el marcador. Se produjo el término del encuentro y, cuando Mancini compareció ante varios medios de comunicación, todos los interrogantes se resolvieron. A saber:
Mancini (about Tévez): "He refused to come on the pitch. For me that is a bad situation. It's impossible for a player to refuse to help the team. I can't accept that one player refused to go in."
Tévez, vetado por su propio club de cara a posibles declaraciones, afirma en Sky: "I wasn't feeling good, physically or mentally."
Macini (about Dzeko): "Edin was disappointed but the manager must do what he thinks best. One player can't play very well every game and I thought it was better (to substitute him). I have to speak to him later."
Puede que sea el principal contratiempo a subsanar, pero la rumorología ya afirma que el italiano ha perdido el control del vestuario, la plantilla no le ve como a un líder táctico y autoritario… Una cosa es segura: no se puede atender a que el partido v Bayern München es el final de Mancini. Y el argumento es axiomático: el Domingo todo era positivo en Manchester. Las variaciones no se producen sin solidez. Lo que no se puede negar es que, como el propio Mancini afirma, “we have a chance to go through”.
Artículo publicado en Fútbol Británico: http://futbolbritanico.com/2011/09/a-chance-to/
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