La no venta de Cesc Fábregas fue una gran noticia tanto para los gunners como para él. Y es que, aunque la amistad esté de por medio y los títulos se prevean seguros en un combinado español, el rol que posee en estos momentos el joven jugador es de estrella, de genio, de jugón. Todos juegan para él, todos juegan según él ordena y, lo que es más importante, lleva el brazalete de capitán y sus compañeros así le ven. Con una libertad en el terreno de juego inusual en muchos equipos sus argumentos futbolísticos crecen hasta hacernos incuestionable la pregunta de por qué no rinde en la Selección Española. Bien es sabido que Arsenal FC es una entidad que hace cinco campañas que no saborea un título, la gloria, el sabor dulce tras campeonar. Pero aún así, y tras seguir una línea ascendente en cuanto a juego y progresión de jóvenes promesas, parece vislumbrarse que este año los pupilos de Wenger sí van a saber lo que es sentirse superiores al resto, sentirse triunfadores. Mantener un nivel tan alto de juego durante varias temporadas y no ser campeones en ninguna de ellas es como para dejar de creer en unos ideales futbolísticos complejos y harto complicados. No obstante, la suerte cambiará más pronto que tarde si atendemos al juego desplegado durante esta corta temporada.
Nadie duda de que tanto por potencial como por idea futbolística Arsenal FC es un referente mundial. El pasado compromiso europeo que enfrentó a los ya mencionados con FC Barcelona proporcionó un interrogante que muchos no supieron resolver con antelación, tan solo el devenir del partido pudo confirmar las pequeñas sospechas: solamente los españoles son capaces de desplegar un juego más rápido y vertical que los gunners. Noticia positiva para algunos, pues nadie en Inglaterra despliega un juego más plástico y estético, mas otros lo tomaron como un síntoma claro de debilidad en Europa. Sin embargo, existen más razones para creer en un proyecto que ya dura 15 años y en una cantera que posee una edad idónea y una experiencia suficiente como para dar un golpe en la mesa.
Con todo y con ello, el “BigFour” es historia. La caída del Liverpool y la irrupción de equipos como Manchester City a base de talonario ha variado en consonancia los esquemas establecidos con anterioridad en una Premier League que se conforma por 20 equipos competitivos y capaces de romper pronósticos para finalizar descendiendo o clasificándose para competiciones europeas. Debido a lo mencionado y sumando las lesiones reincidentes que sufren cada temporada, el mantenimiento de los gunners en puestos Champions es cada vez más meritorio. Wenger no desiste, los jóvenes profesionales poseen cualidades pulidas y ansias renovadas. Puede ser la temporada definitiva de Arsenal FC. Cesc Fábregas puede ir ampliando su vitrina personal. El fútbol de calidad debe ser recompensado.
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