lunes, 27 de septiembre de 2010

Manejando marionetas


En realidad no se trata de nada nuevo. Es más, la preconcepción mental de tal exhibición podría estar presente en los pensamientos de Mourinho incluso antes de bajar del avión. Como ya bien sabe todo el mundo para él las ruedas de prensa previas al partido de fútbol son el comienzo del mismo, finalizando éste en las posteriores conferencias. Dicho lo cual, es una más.

Dejar plantados a los periodistas sin haber finalizado una rueda de prensa previa a un partido de escala internacional como lo es el que se disputará mañana entre Auxerre-R. Madrid no otorga una sensación de respeto hacia los profesionales que realizan su trabajo a expensas del comportamiento de un individuo que no sólo cobra por aspectos puramente deportivos, sino también por ofrecer una actitud y un ejemplo de cara al exterior. Ahora bien, tal desplante ante miles de televidentes se debe a que las preguntas que se realizan en la conferencia de prensa que encabeza el entrenador de la primera plantilla de R. Madrid no son del agrado del mismo. ¡Lo nunca visto! Y aún si fuera poco, las críticas clamadas por José tuvieron tres destinatarios claros: Pedro León, integrante de la primera nómina madridista, el periodismo en general y… ¡la traductora!
Ante el desconcierto de todo el mundo Pedro León no viajó con la totalidad de la expedición madridista con motivo de la segunda jornada de UEFA Champions League. Resultando de tal acontecimiento un desconcierto generalizado en la prensa deportiva la mayoría de las preguntas iban indicadas hacia mencionado foco. A modo de respuesta ante tal insistencia Mourinho soltó perlas como: "Estamos hablando de Pedro León, no de Zidane o Maradona”, “hace dos meses jugaba en el Getafe". Sin lugar a dudas esta falta de respeto hacia un jugador que el mismo técnico estableció como importante para su plantilla no sentará nada bien ni al aludido ni a la junta directiva.
Ante una posible retirada de los banquillos por parte del luso se puede afirmar que su destino no será el del periodismo, asegurando que dicha profesión es propia de “especulaciones”. Eso sí, su amplio conocimiento de los idiomas le permite el lujo de rectificar a la traductora oficial de la rueda de prensa.
Tras diez años entrenando al más alto nivel estos comportamientos, aún siendo de Mourinho, terminan por irritar y desconcertar a la par que sorprender. Siendo objetivos, quizás el motivo de reflexión sería el por qué siguen sorprendiendo las ruedas de prensa de José a propios y extraños. Sabedor de su poder dentro del mundo futbolístico es capaz de hacer y deshacer, de “no asegurar” y de “esperar”. Probablemente alguno salga en defensa de la institución y pida disculpas por tal espectáculo mediante un discurso repleto de vanidades, metáforas y coaliciones poéticas dignas de una capacidad oratoria, con acento argentino, maravillosa y romántica. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario