Mucho bombo se está dando al posible “mobbing” que está sufriendo un ex-seleccionador sub21 de España: López Caro. Sin embargo, nadie recuerda ahora por qué está viviendo esa situación y en cuál dejó a la actual selección de Luis Milla. A pocas horas de que arranque un choque decisivo para las aspiraciones españolas de cara a una posible presencia en los próximos juegos olímpicos nadie se formula la pregunta de quién es el máximo responsable de que una fase de clasificación, en principio asequible, se esté convirtiendo en un tormento de desilusiones. Nadie puede negar que las convocatorias de Caro fueron cuanto menos dudosas, apareciendo otra vez la sensatez de mano de Milla, reciente subcampeón con la selección sub19 en tierras galas. Uno a uno todos los nombres son de considerable reputación, presente y prodigioso futuro, mas dos destacan sobre los demás tratándose de los Campeones del Mundo Mata y J. Martínez. Ello transmite una sensación de compromiso por parte de todos y una alegría por compartir juego con chavales forjados en una Liga BBVA espectacular.
Sin lugar a dudas, y más allá de lo pueda suceder en estos dos últimos partidos decisivos para el combinado español, tener en el banquillo a Luis Milla congratula a la gente. Muchos bandazos se han dado recientemente con el ya mencionado Caro, Iñaki Sáez… Ya es hora de apostar por un estilo efectivo, vistoso y que da resultados. El perfil de los jugadores seleccionados coincide con tal iniciativa y la figura del entrenador también, pudiendo haberse contemplado retales de su trabajo en el pasado Europeo sub19. Viviendo los tiempos más glorioso del fútbol español es hora de que la mayor de las categorías inferiores de un paso al frente y sepa conjugar en el terreno de juego toda la experiencia y la calidad poseedora por tanto jóvenes pero sobradamente valorados futbolistas. Lo cierto es que todo el mundo querría poseer y aunar tanto atributo futbolístico. Demostremos que no se equivocan en envidiarnos.
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