lunes, 13 de septiembre de 2010

Relevos que se aplazan


El siguiente entrenador de Manchester United es todavía una incógnita. La figura de (Sir) Alex Ferguson es tan alargada que cada año devora a posibles candidatos hasta cotas insospechadas: Carlos Queiroz ha abandonado la institución hasta en dos ocasiones para probar fortuna como primer entrenador obteniendo sendos fracasos sonados. Y en referencia a esta cuestión se establece el calificativo de siguiente entrenador sobre el de próximo entrenador debido a que es bien sabido por todos los aficionados al fútbol que en Inglaterra existen proyectos, y lo que es más importante, se cree en ellos.

Muchos son los candidatos, muchos son los rumores, pocos son los hechos. Lo que sí es un hecho es que el entrenador encargado de gestionar un nuevo ManU se va a encontrar con una plantilla de elevada edad, poseedora de ciertos vicios difíciles de subsanar e incapaz de vislumbrar un futuro sin “su” Sir.  Ante ello, el perfil que se busca es el de un entrenador experimentado pero joven, con capacidad para gestionar vestuarios repletos de ego y capacitado para dar un relevo necesario a jugadores como Van der Sar, Scholes, Giggs, Ferdinand. Tarea nada sencilla.
A su vez, la situación financiera no es nada bollante y la institucional vive momentos de bajos índices de enfrentamiento social debido a que, por el momento, los aspectos deportivos copan toda la atención de unos seguidores que no las ven todas consigo si se paran a vislumbrar bocetos de futuro en referencia a su club.
La irrupción de patrimonios privados en entidades deportivas auguran tiempos difíciles para aquellos que no tengan recursos económicos ni estén dispuestos a realizar grandes desembolsos. El fútbol profesional se aleja de los patrimonios extradeportivos de sentimiento y fidelidad a unos colores para juntarse con todo lo relacionado a la economía de mercado, marketing y fachadas monetarias. Y si de algo sabe Alex Ferguson es de lo primero. 

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