jueves, 17 de febrero de 2011

Y Wenger sonrió


Era el partido. Por estilo de juego, por ideología, por jugadores, por expectación, por nivel de fútbol… El Arsenal v FC Barcelona nadie lo quería en Octavos de Final de UEFA Champions League por significar ello la renuncia, en la primera ronda de “knock-out”, a uno de los favoritos para campeonar al término de la misma. Y el partido no defraudó con fases de alto ritmo y ocasiones para ambos equipos. La ida se jugaba en Emirates Stadium y la ventaja en el resultado final es para los locales. La vuelta, en feudo español, puede ser un arma de doble filo. A partir de ahí muchos detalles por analizar por ambos equipos aunque lo más importante en estas circunstancias es el estado de ánimo y las sensaciones que permanecen.
-          Sin dudas en el juego
Dos malos resultados seguidos y las dudas, unidas a críticas, aparecen al instante. Bien es cierto que ambos partidos (Sporting de Gijón primero y Arsenal después) fueron muy diferentes en cuanto al resultado, el juego y las sensaciones. Y es por ello que la diferencia radica en el fútbol desplegado en ambos choques con jugadores distintos. La participación de Afellay y Mascherano se vio reducida a cero minutos en beneficio de Adriano y Keita. Con todo y con ello, en cómputos globales FCB fue superior tras recuperar el dominio del balón que ARS retuvo durante los primeros diez minutos de juego. Desde entonces las combinaciones fueron constantes y las permutas en ataque, por la zona central, entre Messi y Villa propiciaban desbarajustes en la defensa formada por Djorou-Koscielny. De hecho, el gol vino en una combinación central a la espalda de ambos y la ocasión más clara del partido para Messi fue un calco del mismo.
-          Velocidad a la espalda de Maxwell y Alves
Las bandas de la entidad inglesa poseían diferentes estilos individuales en sus jugadores ubicados en ellas. La velocidad de Theo era uno de los argumentos futbolísticos a taponar por la defensa blaugrana debido a que con espacios su repercusión en las jugadas de ataque aumentaba exponencialmente tras desbordar a Maxwell con regates, diagonales y combinaciones al primer toque suficientes para superar una línea de presión y a un rival con marcaje al hombre. En la izquierda, la zona más vulnerable del ataque español, Nasri aparecía como titular tras una lesión y un periodo de inactividad que hacia prever un concurso menor a los 90 minutos totales de juego. Nada más lejos de la realidad, su juego se fundamentó en ocasionar desmarques al espacio y diagonales con combinaciones directas con Fábregas. Por ello, la labor de Van Persie no era otra que marcar la referencia a Piqué-Abidal para ocasionar llegadas desde segunda línea libres de marca tanto de Wilshere como de Song. ¿La aportación de Busquets? Por primera vez en la temporada dio sensación de no ser capaz de contener las rápidas combinaciones del medio del campo “gunner” y, en parte influido por ello, el segundo gol se realiza con tanto espacio al contraataque.
-          Song o el cómo verse condicionado y superado
Sin lugar a dudas se le incluye en este trío de mejores jugadores por puesto que existe en toda posición del terreno de juego. Paradójicamente tenía enfrente, como rival, al que para muchos es el mejor en la figura de MC (Busquets) y, negativamente, los dos no supieron contener el juego ofensivo del rival. Su participación se vio influida desde el principio de encuentro por una tarjeta amarilla rigurosa tras falta a Messi no por el corte de juego que realiza, que sería justa, sino por la temprana realización de la misma y el baremo que después impuso el colegiado, acertado en todo momento. Ante ello, sólo obtuvo la ayuda en tareas defensivas del joven Wilshere estando Fábregas centrado en tareas ofensivas para combinar con rapidez posibles contraataques. Obviamente, siendo tónica general, la tarea de Xavi e Iniesta se vio influenciada por las continuas bajadas al medio del campo de Messi en aras a una fabricación de espacios en banda y movilidad central que desubicara a Song y la pareja defensiva Djorou-Koscielny. Tras el cambio, directo y arriesgado, entró Arshavin y Wilshere ocupó su posición como pivote único con la referencia a cuatro metros de Fábregas-Nasri: centro del campo con toque pero con pérdida de presión y recuperación de balón.
-          Acierto de cara a gol
Siendo la clave del resultado final al término de la primera parte terminó por ser decisivo en el marcador final y quién sabe si en la eliminatoria. La ocasión de Villa fue materializada, no así como la de Messi. Como réplica, la parada de Valdés al tiro de Van Persie hizo vislumbrar ocasiones para ambos conjuntos con la sensación de superioridad en el apartado de la definición del FCB provocando un resultado al descanso (0-1) propicio para aumentar la renta, tener el balón y sentenciar la eliminatoria. Pero ARS supo jugar la baza del contraataque, esta vez sin Theo en el campo, y con Arshavin en la banda izquierda el apartado ofensivo del carril diestro del equipo español se vio reducido por momentos. El empate, eso sí, fue tras desmarque (una vez más) de Van Persie a la espalda de Piqué-Abidal tras un (inexplicable) pase al hueco del discutible Clichy. Genialidad o error del portero… Más el segundo y definitivo gol es sintomático del estado de forma en los últimos minutos de los pupilos de Pep Guardiola, un tono físico escaso en ocasiones debido a que no tuvo la posesión durante la totalidad del encuentro y, por primera vez, se vio obligado a correr tras él. Wilshere y Fábregas imprimen ritmo en las combinaciones y visión de juego a la hora de conectar con sus compañeros. Jugada al espacio y remate cómodo de Arshavin. La remontada se materializaba.
-          Baremo final
Para el partido de vuelta residen dudas sobre el planteamiento que realizará Wenger y la actitud sin balón del FCB. Lo que sí es indudable es que el porcentaje se equilibra y ARS puede partir como ligero favorito si no renuncia al estilo que le ha hecho ser merecedor de tantos elogios a nivel mundial. Con el 66% de los resultados favorables para ellos la tentación de defender y jugar con contraataques es elevada. Sería el fallo que desencadenaría la reacción blaugrana porque, como su propio técnico menciona, “estamos más cómodos ante rivales que se encierran atrás”.  Pero, gracias a este resultado, la moral se reafirma, el estilo de juego y la filosofía se ven recompensadas en un momento de la temporada vital: final de Carling Cup, lucha por la Premier League, FA Cup en curso y vuelta de los Octavos de Final de UEFA Champions League. Tras cinco temporadas sin conquistar ningún título todo hace indicar que esta vez sí será la definitiva. En el mantenimiento de sus ideales depende.

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