Jorge Jesus es conocido por la gran mayoría de los analistas
del fútbol portugués como un estratega cualificado y apto. Buen ejemplo de ello
es que, de no ser por la irrupción de André Villas-Boas, la temporada 2010/2011
hubiera sido un auténtico éxito para los intereses del primero y, por
consiguiente, del Benfica. Claro está, la marcha del segundo ha provocado que
sea Vítor Pereira el encargado de continuar con la senda de buenos resultados
en Oporto. Y, cerrando el círculo, su nombramiento se produjo por la renuncia
indirecta de varios técnicos de Portugal. Tanto el propio Jorge Jesus como
Domingos Paciencia ya poseían un equipo al que dirigir al inicio del verano
pasado, siendo para algunos una segunda opción para Pinto da Costa. Sea como
fuere la jornada número 11 en la Liga Zon Sagres ha reunido a, quizás, los tres
entrenadores más influyentes en el panorama nacional.
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Benfica v S. Portugal
El combinado de Domingos Paciencia ha sido confeccionado a
partir de jugadores que no han tenido un papel principal en clubs de recorrido
internacional y que, liga inferior mediante, buscan optimizar sus capacidad. A
saber: Onyewu, Insúa, Capel, Matías Fernández, Elías, Jeffren. La experiencia
de varios jugadores en ligas de mayor entidad siendo partícipes de la competición
representando a clubs de importancia máxima en sus países es un buen aliciente
para que la combinación de estos con los retoques de Domingos puedan resultar
en una apuesta fiable. El encuentro v
Benfica, definido de vital importancia, no sólo amplia la diferencia en la
clasificación sino que evidencia la falta de cohesión, lógica por otra parte.
Con todo y con ello fueron los locales los que optimizaron al máximo sus
escasas ocasiones de gol y, habiendo disputado los últimos 30’ de juego con un
hombre menos (expulsión de Cardozo), reafirman su buen momento de forma. Pocas
dudas existen sobre el rendimiento del combinado de Jorge Jesus. La
consecuencia directa se postula en los Octavos de Final de la UEFA Champions
League: el posible pase como primeros de Grupo les otorga la vitola de outsider.
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Oporto v S. Braga
La previa, condicionada por las críticas a Vítor Pereira,
poseía tintes de partido decisivo. Las variaciones iniciales implantadas
denotaban capacidad de improvisación y fluidez en cuanto a la utilización de
los distintos recursos en la plantilla. Así Djalma jugó de extremo y Hulk, el
principal individuo de la semana, jugó como delantero, siendo la referencia (en
todos los sentidos más amplios del término). Su hiperactividad permutaba
situaciones radicales entre James R. y Djalma, ambos extremos y auténticos complementos
del brasileño. Tras la salida del club de Falcao su figura se tornaba como
vital y argumentativa, afirmándolo de tal manera Pinto da Costa en verano. Por ello
su abuso del juego a veces es contraproducente en un claro entendimiento
erróneo de su función diferencial. Apareció, decidió y fue el aliciente
necesario para terminar de apuntillar la incomparecencia del S. Braga. Con todo
y con ello las sensaciones han variado, en apenas seis días, de una forma
trascendental. La victoria at S. Donetsk (con gol de Hulk incluido) y la
victoria en Liga Zon Sagres repuntan positivamente la figura de Vítor Pereira,
estratega que ha demostrado ser apto pero sobre el cual se mantiene de manera
directa la labor realizada por André Villas-Boas. En su personalidad y
capacidad de acción se basan las opciones del joven técnico para elevar su
relevancia.
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