miércoles, 16 de noviembre de 2011

Zenica, Tallin, Podgorica: ilusiones románticas


La ya famosa Repesca para definir a los últimos cuatro equipos que participarán en la próxima Eurocopa de 2012 estaba configurada por cuatro partidos marcados por su igualdad en los pronósticos previos a la disputa de los mismos. Siendo ellos los estipulados como últimos encuentros oficiales de cara a la competición europea, lo vislumbrado ha dejado varias conclusiones evidentes de lo que pueden aportar a la exhibición veraniega que se avecina. Como en toda ronda de eliminatorias se han producido sorpresas y resultados no esperados. Ahora bien,  la confección final de los protagonistas depara que, el próximo 2 de Diciembre, el sorteo de los grupos de la Euro12 sea excesivamente elevado en cuanto a términos de competitividad. No obstante, que nadie posea una visión difusa: lo establecido hasta el momento va a originarse como la tónica general en competición oficial. Al menos eso se prevé.

El emparejamiento entre Turquía y Croacia se vio sentenciado, de manera definitiva, en el partido de Ida. En Turquía, contra todo pronóstico, Croacia goleó. Porque en tan solo 45 minutos de juego fue capaz de anotar hasta tres goles, suficientes para detallar su participación en Polonia y Ucrania. Ahora bien, los continuos elogios sobre la figura de Luka Modric, tan irregular en su club de origen (Tottenham Hotspurs) y en la Selección; no se justifican basándonos en sus apariciones intranscendentales en choques de máxima exigencia. Pero también es cuestionable ciertas decisiones concretas de Guus Hiddink, sobre las cuales reside gran parte de responsabilidad directa de la eliminación turca. Porque no contar con Sahin, a pesar de su mermado estado físico, es cuanto menos una temeridad de incalculable calado específico. Porque, a su vez, la zaga de centrales en la Ida sumaba un total de cuatro encuentros disputados en total, apareciendo Toprak en la Vuelta como variante principal defensiva. Anyway, de nuevo la Selección de Turquía no es capaz de disputar la fase final de una competición europea/mundial… y cuando la temporalidad empieza a matizarlo como habitual se estipula una situación arriesgada para el futuro.

Hablar de Estonia y Montenegro es combinar sueños y percepciones efímeras de consecuciones de anhelos. Sin ningún tipo de duda posible ambas Selecciones poseían tintes románticos de esencia intrínseca a sus raíces más arraigadas. Precisamente ellas son perennes aunque tiernas. Y si a ello se le considera la principal causa-efecto de su eliminación se cometería un error. A causa de esa disputa la heroicidad ya es palpable, inolvidable, quizás mística. El aspecto deportivo era inferior al correspondiente del rival, mas la rotundidad en ambos eventos se puede calificar como exagerada, cruel. La estimación vital no es otra que el camino a realizar, la senda a recorrer: tanto Estonia como Montenegro ostentan una percepción transcendental de cara a su futuro inmediato. Y éste, precisamente, pasa por maximizar la experiencia obtenida, extender la ilusión generada y aumentar, de manera exponencial, el trabajo exhibido. Sólo así el nivel se potencia. Sólo de esta manera lo considerado como romántico en la primera instancia se puede examinar como lógico. Ahí reside el reto.

Ha tenido que ser con un cuerpo técnico novedoso en la implantación de juego y en una cita de máxima importancia nacional cuando los dos jugadores de mayor recorrido internacional fuera de las fronteras portuguesas exhiben todo su repertorio/poderío futbolístico. Estos no son otros que Nani y Cristiano Ronaldo. Esta vez sí fueron jugadores diferenciales, compañeros sobre los cuales descargar gran parte de las expectativas generadas y, lo que es más importante, hombres a partir de los cuales edificar una victoria que diera sentido a una fase de clasificación que se ha alargado en la temporalidad ajustada previamente. Cierto es, no obstante, que el partido de Ida estaba condicionado por el estado del terreno de juego y las acciones extradeportivas realizadas por ambas Federaciones; que el resultado final del partido de Vuelta no se ajusta perfectamente a lo vislumbrado; mas la simple puntualización de aspectos tan decisivos refleja con delicadeza la conceptualización necesaria y perenne. Portugal va a ser un miembro más de los 16 equipos europeos en Polonia y Ucrania. Y se nombra como una más porque no se contempla como candidata a grandes gestas, ni siquiera a alcanzar las SemiFinales. Pero la erradicación de un combinado con jugadores de tanto nivel e influencia internacional se postulaba como dolorosa. Por suerte el terreno de juego, como siempre, discierne sobre la justicia nunca repartida con síntomas ecuánimes. Lo dispuesto en el césped es lo que dicta las variables a considerar en participaciones puntualizables. Si, es en esa tesitura donde cada protagonista queda retratado. De una manera u otra. De forma palpable.

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