martes, 19 de junio de 2012

Diario de un sueño: día 11

Ante la Selección más débil de todo el torneo, y en el partido que suponía definir su presencia (o no) en las fases eliminatorias, Italia cambiaba el esquema de juego que tantos elogios le había reportado en el partido ante España. Así, de esa defensa de cinco hombres en fase defensiva pasó a implantar lo conocido durante toda la fase de clasificación a esta Eurocopa. La teórica posición de Motta de "trequartista" no fue tal al coincidir con Marchisio y De Rossi. La libertad de movimientos para los tres fue absoluta y su llegada a 3/4 de campo era constante. Fue posible, obviamente, porque la salida de balón siempre la realizaba Pirlo. Con ello, la formación se adecuaba a un 4.1.3.2 bastante lógico a tenor de las características de su rival.


Y en este contexto Cassano ofreció su mejor versión en los tres partidos de campeonato. Italia llegaba a área rival con hasta ¡CINCO! jugadores, siendo ello un claro indicativo de lo que buscaba Prandelli. Los laterales, as usual, ofrecían continuas variantes. Ésta es una de las notas predominantes en todos los planteamientos de Italia: se juegue con el esquema que se juegue los laterales / carrileros tienen una importancia palpable. Y, ante una exigencia sólo aumentada en ciertos momentos de la segunda parte del encuentro, la defensa fija con dos hombres era suficiente. Ahora la duda reside en saber qué esquema implantará Italia en Cuartos de Final, si bien ha demostrado rendir a un buen nivel con ambos. Con Pirlo en un momento de inspiración fabuloso, con Cassano participativo y sociable con el balón y con un Mario B. ya estrenado en el torneo parece que el escenario no es negativo para los intereses de Prandelli. Trabajo ha costado.


J. Navas, instantes antes de entrar al campo


Las críticas, tras la resaca del partido ante Croacia, son elevadas. España afronta unos días de incertidumbre. Todos los focos la exhiben como la principal candidata al triunfo final y esta cuestión parece haber derivado en una carga permanente. Las dudas respecto al juego ya comienzan a brotar y el cuestionamiento de muchas decisiones se producen de manera constante. 


Jesús Navas se ha convertido en el revulsivo de este combinado cuando la situación no es la adecuada. Sus características permiten modificar, en cierta medida, la esencia y la verticalidad de un colectivo adecuado a considerar la pelota como una prolongación de sus ideales. La problemática reside en que al excelso momento de forma de Silva e Iniesta se le añade el del propio Navas, Fàbregas y (en ocasiones puntuales) F. Torres. Más allá de estos nombres las variantes no parecen existir ya que figuras como las de Cazorla, Mata, Llorente, J. Martínez... se han probado en dosis mínimas o no se han probado directamente. 


Aún así, Croacia tuvo gran parte de culpa en lo que supuso el devenir del partido. Cierto es que en ningún momento decidió atacar despreocupados por facetas defensivas, pero los cambios de Bilic fueron espectacularmente ofensivos. De hecho Croacia contó con dos ocasiones idílicas para adelantarse en el marcador, argumentando ahora una eliminación en dos penalties que sí debieron indicarse. Dos bazas jugaba Croacia antes del torneo para poder ser partícipe de los Cuartos de Final: ganar a Italia en el enfrentamiento directo o conseguir más puntos que Italia en el enfrentamiento con España. Ninguna se cumplió. Y por eso ya han cerrado su participación en una Euro que supone el adiós de Bilic. Y aunque esto se conociera antes del torneo no deja de ser menos impactante para Croacia. La figura del entrenador era adecuada. Y fuerte.

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