Diario de un sueño: día 14

Se produjeron muchos rumores en los minutos previos al partido sobre una posible suplencia de M. Gómez, Podolski y Müller. Y ello era, cuanto menos, sorprendente. Con el conocimiento, de manera oficial, del "XI" de Alemania las dudas quedaron despejadas y se confirmaron los tres cambios. En un partido de Cuartos de Final, a pesar de ser superior al rival, no parecía postularse la mejor ocasión para variar hasta tres piezas. Todas ellas en ataque. Löw explicaba esto al término del partido afirmando que "tras tres victorias aquí no estaba enfadado con la actuación de mi equipo en lo más mínimo, pero ya había planificado hacer esas sustituciones en la alineación hace un tiempo. Sentía que ellos estaban preparados para ello ante Grecia. Es bueno ser descarado de vez en cuando. Creo que el plan establecido salió bien."

Y esta decisión seguía la dinámica que ha expresado J. Mourinho respecto a posibles

cambios que tendría que realizar España para mantener la tensión competitiva en varios jugadores y poseer soluciones. Ésa es la puntualización. Y ese aspecto lo cumple Alemania de forma excepcional.

Por su parte, F. Santos implantó un cambio interesante de inicio. Ninis, discutido por su bajo nivel en el primer partido, fue titular junto a Samaras y Katsouranis tuvo una posición de partida propia a la mediapunta, siendo Salpingidis el "9", la referencia. Así, el 4.2.3.1 y la implantación de hasta ¡CUATRO! jugadores de corte ofensivo para jugar ante Alemania se definía como un movimiento muy ambicioso. Pero, apenas transcurridos catorce minutos de juego, Katsouranis retrasó su posición al centro del campo, el esquema se dibujó en un 4.3.3 y la superioridad alemana quedaba constatada sin ningún tipo de oposición.


F. Santos fue consciente de ello. Y así lo expresó: "Extrañamos a Giorgos Karagounis porque es un jugador muy importante para nosotros que puede retener el balón, lo que le da la oportunidad a sus compañeros de respirar más. No esperábamos esos cambios en el once inicial de Alemania. Su entrenador quiso cambiar las cosas un poco para refrescarlas, y creo que fue una buena decisión de su parte."

Özil y Reus

Tanto Schürrle como Reus, haciendo su primera aparición en esta Eurocopa, ofrecieron un rendimiento elevado. Superior, incluso, al de Podolski y Müller. Y esto conlleva a que el nivel medio de la plantilla maximice su versatilidad, sus recursos y su poderío. Cierto es que el rival no era el mejor para evaluar el partido realizado pero Alemania ha cuajado, en los Cuartos de Final, el partido más completo en lo que lleva de torneo. Özil, una vez más, supo ser ese faro creativo que tanto oxígeno reporta a su selección. Los automatismos que maneja en 3/4 de campo son superiores a cualquier defensa rival y esta situación se vio acompañada de unas constantes subidas de los laterales. Boateng y Lahm pudieron jugar en campo contrario sin ninguna oposición fija y esta circunstancia se vio claramente en dos instantáneas: gol de Lahm y asistencia de Boateng en el gol de Khedira. El debate de quién debe ser titular, si Klose o M. Gómez, no parece haberse disuelto. Todo lo contrario, puede que sea más activo en la previa de las SemiFinales. Y esto es algo que Löw ha buscado. Se desconocen las razones.

Grecia, a su vez, sabía qué partido proponer y las razones por las cuales el partido iba a suponer defender con los once hombres en campo propio. Lo cierto es que esta fórmula les ha llevado hasta los Cuartos de Final contra todo pronóstico. Y lo evidente es que las aptitudes del combinado no permitían variar esta hoja de ruta en exceso. Con Karagounis ausente, la clarividencia con el balón mermaba y lo exigible se situaba en competir contra una de las selecciones más fuertes del torneo. Se produjo. Se realizó. E incluso estuvieron cerca de encarar el segundo periodo con igualdad en el marcador. E incluso consiguieron empatar el partido a un gol. Pero la derrota era lo esperado. No tanto por una afición griega estructuradamente entregada como por la opinión pública. Las sensaciones se han confirmado para ambos equipos. A saber: que en Grecia se necesitan muchos cambios en los años venideros y que Alemania ha alcanzado un nivel de maduración óptimo para afrontar los últimos días de competición con una etiqueta de absoluto candidato. Entre una cosa y otra, el fútbol, mientras, continúa.