domingo, 10 de junio de 2012

Diario de un sueño: día 3

Comenzaba España su participación en la Eurocopa en el tercer día de competición ante un rival de entidad. De nivel y de historia que provocaba la inexistencia de cualquier tipo de relajación y confianza. Italia, cuya idea actual es desconocida y nada comparable a ediciones anteriores, demostró que el cambio que está realizando C. Prandelli sigue una senda correcta. Mucho se ha hablado en la previa del partido de la opción que manejaban en el seno de la Selección Italiana acerca de incluir una defensa de tres centrales con dos jugadores abiertos en banda poseedores de un gran despliegue físico. Algunas voces, incluso, definían tal situación como un catenaccio para contrarrestar la superioridad del rival. Pero, como ha quedado demostrado, la intención era bien distinta.

A imitación del estilo de juego que ha tenido, en varias fechas del campeonato nacional, la Juventus de A. Conte la función de esa línea defensiva era propia a dar solidez al colectivo y profundidad por bandas. En principio Pirlo NO iba a jugar de mediocentro por lo que dijo De Rossi en rueda de prensa y por la aparición de Motta. Esto es: el primero como líbero y el segundo como mediapunta ya que Prandelli ya ha jugado con Motta en esa posición, de enganche con Mario B. y Cassano. En fase defensiva, obviamente, línea de cinco hombres. No fue estrictamente así ya que Pirlo sí ocupó en varias ocasiones el sector central y Motta jugó de interior. Y fue Pirlo, rompiendo línea de presión con un regate a ritmo coordinado y sin velocidad aumentada, quien ofreció la mejor acción en la zona central por parte de Italia. Esta acción, curiosamente, habilitó el pase decisivo y evidenció la presión del rival. Todo para variar el escenario esperado y situar a España en una situación extrema.

Fàbregas, tras gol

Varias dudas han surgido a raíz de este partido para el combinado español. La primera es continua en el tiempo: jugar con un delantero referencia o sin él. De inicio se optó por lo segundo y, por ello, se ha descubierto una asociación deliciosa. Silva y Fàbregas han convivido plácidamente. Se buscaban. Se divertían. Se entendían. E Iniesta, el mejor jugador del torneo en este momento, se erigió como jugador diferencial que es. Y los defensores de la figura del "9" de inicio tienen como argumentos las tres ocasiones de las que dispuso F. Torres. Las tres erradas. De esto, curiosamente, se evidencia que su turno en las opciones debe ser terciario. La segunda duda, además, se sitúa en la banda derecha. Con un Arbeloa contraproducente los espacios en ese área no se aprovecharon hasta la entrada de J. Navas. Lógico.

Bilic optó por tomar varias decisiones que suponían ciertos cambios en el "XI". Srna fue lateral, no extremo; Rakitic actuó en el centro del campo junto a Modric y Perisic fue extremo izquierda. A algunos les sorprendió la presencia de estos dos jugadores, a tenor de que en sus respectivos equipos (Sevilla y B. Dortmund) no han sido decisivos en la presente temporada. Así, Mandzukic actuó escorado en banda y Jelavic fue la referencia. Lógico: su rendimiento en el Everton ha sido espectacular. Y entre ambos han anotado tres goles, siendo el de Jelavic al primer toque, como en los 41 de los últimos 44 goles anotados.

La superioridad fue aplastante. El desconcierto provocado por la irregularidad también. Así, la pregunta más recurrente era qué opciones tenía R. Irlanda para cambiar la situación reinante. Porque McClean empezó el partido en el banquillo, as usual, y no disputó ningún minuto de juego. Su juego, primario y pragmático, parece ser insuficiente para siquiera conseguir punto alguno en el Grupo. Quizás hasta sea la Selección de menor nivel en el torneo. Lo cierto es que sus dos próximos partidos pueden servir para decidir quién no participará en los Cuartos de Final. Y pocos equipos eligen a R. Irlanda para tal propósito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario