jueves, 28 de junio de 2012

Diario de un sueño: día 17


España afrontaba las SemiFinales del Europeo tras haber encajado ¡UN! gol desde los Octavos de Final... del pasado ¡MUNDIAL! A saber: Portugal, Paraguay, Alemania, Holanda (Mundial), Irlanda, Croacia, Francia y Portugal (Eurocopa). Sólo Italia (Di Natale) anotó un gol en ocho partidos. Y en esos ocho partidos tres figuras de cinco defensivas aparecen como comunes: Casillas, Sergio Ramos y Piqué. Precisamente sobre esta faceta reside la fortaleza de España en este torneo, contando con uno de los mejores defensas que existen, right now, en el panorama internacional. Sergio Ramos encuentra en la zaga defensiva su hábitat natural, su radio de acción donde maximiza sus capacidades y sus aptitudes se ven desarrolladas al máximo. Su incidencia en el partido fue extremadamente notable y lo que aporta al colectivo es de importancia sideral. 

Por tanto, se entienden las estadísticas teniendo como figura principal en este torneo al mencionado. Lo que resulta curioso es que Portugal, a pesar de contar con Pepe y B. Alves, es una selección que no sabe plasmar ese poderío en los partidos. La eliminación de Portugal en el Mundial se produjo v España (Octavos de Final). Desde entonces ha encajado once goles en once partidos oficiales. No obstante, el choque ante España evidenció la capacidad defensiva de un bloque que con una presión adelantada supo contrarrestar el principal argumento del rival.

Una de las claves para entender por qué España no jugó con la fluidez habitual se sustenta en esa presión. Paulo Bento avisaba en la previa de la intención de "complicar la circulación del balón de España" y de "jugar un partido sin especular". Ese discurso parecía un tanto irreal pero una vez comenzado el partido la actitud de Portugal recordó a la de Italia. Cierto es que en este contexto de presión y anticipación no destaca Moutinho por ser sus cualidades distintas a este planteamiento. Aún así, Veloso y Meireles funcionaron como dos mediocentros capaces de minimizar las conexiones de España, resurgiendo Xavi como el jugador al que todos esperan. Ciertas voces expresan que está desubicado, que su incidencia es más propia de 3/4 de campo (mediapunta) y que al no existir una referencia fija esto no sirve para nada fructífero. La crítica a Xavi se debe realizar con mesura, atendiendo a su status y siendo consciente de lo que supone su presencia. Que su rendimiento no es el esperado ni el idóneo para el juego de España es evidente. Es palmario que sobre él pivota una selección por origen pero no por extensión. Y son dos situaciones radicalmente diferentes que se deben de separar. Mientras no se realice las percepciones sobre su juego se van a ver distorsionadas. Con todo lo que ello conlleva.

Casillas y Fàbregas al finalizar el partido

Afortunadamente para los intereses de España los recursos son amplios y existentes. Iniesta, Silva, Fàbregas: ese trío que cuando han coincidido en el campo han generado permutas realmente inauditas. Pero las últimas rondas suponen un "win or go home" que tienen muy presente los entrenadores. Esto no es negativo. Ni mucho menos. Pero en ocasiones puede resultar ser regresivo. La inclusión de Negredo se argumenta desde dos visiones: 1) Capacidad para fijar a dos centrales (Pepe y B. Alves) y competir con ellos en el juego aéreo. 2) Capacidad para continuar las transiciones una vez llegadas éstas a zonas de área rival. La opinión pública, sabedora de las facultades de F. Llorente, se cuestiona su ostracismo. Las explicaciones del seleccionador español, respecto a este evento, no se producen. Pero las razones parecen situarse en una falta de estado físico óptimo y en una simple escala de preferencia con los recursos seleccionados en la confección de la planificación de este torneo. Resulta ser tan sencillo como campechano.

Portugal realizó un total de once disparos, no siendo ninguno de ellos a portería. El peligro generado se produjo en transiciones ofensivas rápidas y de escasos toques entre sus protagonistas, resultando la escenificación perfecta de ello la ocasión en el minuto 86 de partido. Porque esa acción no se debió a fallos del rival en defensa sino a una rapidísima transición y mejor ubicación de los jugadores en fase ofensiva. El hecho de jugar sin una posesión de balón favorable no supone a Portugal un requisito indispensable para que juegue cómoda. Lo que es significativo es el hecho de jugar en un 43.7% de territorio favorable. Esto es: España jugó muy junta, sin una amplitud de campo eficiente y sin un patrón alternativo. Sólo con J. Alba, mejor lateral izquierdo del torneo, y con la inclusión de J. Navas y Pedro, la profundidad pareció incrementarse. No en niveles supremos pero sí favorables.

Acierta C. Ronaldo al afirmar que se van "con la cabeza alta", pero no tanto en la previa del torneo al expresar que “pasé por el M. United y dejé mi marca. Pasé por el R. Madrid y estoy dejando mi marca. Por todos los sitios por los que he pasado he dejado mi marca.” No obstante ha sido su participación más completa con Portugal y este resultado sirve para que en el país luso se crea en un modelo implantado por Paulo Bento y en un conglomerado que no está exento de calidad y nivel. Parece escaso si se atiende a las circunstancias de la eliminación. Es cuantioso para el futuro.

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